Este es el peor fruto seco del supermercado
No por el alimento en sí, sino por los aditivos que se les suele añadir.
Lo avalan estudios, informes y estadísticas científicas: el consumo diario de 30 gramos de frutos secos es beneficioso para la salud pues son alimentos ricos en ácidos grasos insaturados de origen vegetal, fibra, vitaminas y minerales.
Ahora bien, no todos los frutos secos tienen las mismas propiedades y hemos de tener en cuenta que hay algunos que NO debemos incluir en nuestra dieta, como advierte el médico Roberto Méndez en El Español. Pero no por el alimento en sí, sino por los aditivos que se les suele añadir.
"El fruto seco ideal debería poseer tres características: crudo, sin sal y sin aditivos como frituras o miel. En resumidas cuentas, un fruto seco no procesado, con excepción del caso anecdótico del anacardo, que debe tostarse al menos una o dos veces para evitar el consumo de la toxina urushiol, presente de forma natural", escribe el especialista.
Estos son los frutos secos a evitar:
Los que están fritos. Aunque sea con el mejor aceite del mundo, freirlos les añade porcentaje graso y aumenta su densidad calórica.
Los que tienen sal. Los médicos desaconsejan tomar más de 5 gramos al día de sal, así que con el consumo de almendras, anacardos o cacahuetes con sal es fácil superar esa dosis. Además, "la sal, como la fritura, potenciará el sabor de los frutos secos y su palatabilidad, con la consecuencia de facilitar un consumo excesivo", explica Méndez.
Los que llevan miel. Es el que jamás debe recomendarse, el fruto seco bañado en miel que normalmente son los cacahuetes. Estaríamos frente a un fruto seco que incumple las tres características no ideales —frito, con sal y miel—. Así pasaría a ser un alimento ultraprocesado y, como tal, hay que desecharlo de la dieta.