El cambio del reloj interno en personas de 60 obliga a cambiar el tiempo de sueño para alcanzar la longevidad
Hay que tener en cuenta diversos factores para mantener unos hábitos de descanso correctos.
El sueño es una parte fundamental de una rutina saludable. Aunque en las distintas franjas de edad, las necesidades de sueño y las horas que se recomienda dormir cada día varían.
Según la OMS, los niños de 3 y 4 años deben tener entre 10 y 13 horas de sueño de calidad, mientras que las horas deben aumentar conforme estos sean más pequeños. Por ejemplo, aseguran que "deben tener de 14 a 17 horas (0 a 3 meses de edad) o de 12 a 16 horas (4 a 11 meses de edad) de sueño de buena calidad, incluidas las siestas".
Pero conforme la edad avanza, estas horas se reducen siendo hasta entre las siete y ocho horas recomendadas para los adultos. Esto se ve afectado, especialmente a partir de los 60 años, por los cambios en el llamado "reloj interno" que tiene consecuencias directas en cómo se distribuyen las horas de sueño.
La estadounidense National Sleep Foundation, según recoge T-online, asegura que las personas mayores de 60 años necesitan "entre siete y ocho horas de sueño cada noche para regenerarse lo suficiente y estar en forma para la vida cotidiana".
A pesar de que dormir cumple numerosas funciones en el metabolismo y la salud general, con el paso de los años, "el sueño suele volverse menos reparador". Según el citado medio, "las fases de sueño profundo, que tienen un efecto especialmente regenerador, disminuyen, mientras que aumenta el tiempo en las fases de sueño más ligero".
Para los especialistas, esto se debe a un "cambio en el reloj interno que afecta al ciclo sueño-vigilia".
El cómputo total de las horas de sueño sigue siendo entre siete y ocho horas, sin embargo, estas se reparten a lo largo del día, en algunos casos, mediante siestas costas ya que estas personas también suelen estar más cansadas a lo largo del día.
Para tener unos buenos hábitos a la hora de dormir, los especialistas recomiendan mantener una rutina y acostarse siempre a la misma hora, mantener una habitación tranquila, oscura y bien ventilada para dormir, asimismo, se recomienda tener unos hábitos saludables, evitar el sedentarismo y las comidas pesadas y realizar ejercicios de meditación o relajación para calmar el estrés.
Para los especialistas, "una duración regular del sueño de siete a ocho horas y un entorno de sueño saludable pueden ayudar a mejorar la calidad de vida y prevenir los problemas del envejecimiento".
