Cinco medicamentos que tienen prohibido mezclarse con el magnesio
Hay muchos alimentos ricos en este mineral, como los frutos secos, legumbres, cereales integrales, plátano, aguacate y verduras de hoja verde.
Si tomas magnesio, debes saber que hay algunos medicamentos que no deben mezclarse con él. La cuestión es que el magnesio es un mineral esencial para muchas funciones corporales y es necesario para más de 300 reacciones bioquímicas en el cuerpo, incluyendo el control del azúcar en sangre, la regulación de la presión arterial y la función muscular y nerviosa. Otra de sus ventajas es que contribuye a la salud ósea y es importante para la salud inmunológica y el ritmo cardíaco normal.
Este mineral se encuentra de forma natural en muchos alimentos y también está disponible como suplemento nutricional, pero no es recomendable tomarlos si no tienes una deficiencia de él. Los frutos secos, las semillas, las legumbres, los cereales integrales, frutas como el plátano y el aguacate, y verduras de hoja verde como las espinacas son buenas fuentes de magnesio. Y ten en cuenta que el magnesio también se añade como nutriente a los cereales y otros alimentos enriquecidos.
Pero, a pesar de las ventajas mencionadas y de las indicaciones de los alimentos que ya nos lo aportan de por sí, hay ciertos medicamentos que no debes mezclar con magnesio para evitar posibles efectos secundarios o interacciones, según recomiendan los especialistas. Te contamos los cinco más relevantes.
Los antibióticos. El magnesio puede interactuar con ciertos antibióticos, incluidas las tetraciclinas como Declomycin (demeclociclina), Vibramycin (doxiciclina) y los antibióticos de quinolona como Cipro (ciprofloxacino) y Levaquin (levofloxacino).
Es posible que los antibióticos tomados con magnesio o demasiado pronto después de ingerir el magnesio no se absorban correctamente o no actúen con la misma eficacia. Para garantizar una absorción óptima, los expertos recomiendan que tomes los antibióticos al menos dos horas antes o entre 4 y 6 horas después de su suplemento de magnesio. Este tiempo varía en función del tipo de antibiótico que esté tomando.
Los diuréticos. Éstos son medicamentos que ayudan al organismo a eliminar el exceso de sal y líquido haciendo que los riñones produzcan más orina. Tomar diuréticos junto con magnesio puede aumentar o disminuir la pérdida de magnesio a través de la orina, dependiendo del tipo de diurético que se tome.
Tomar diuréticos con magnesio también contrarrestará los efectos del magnesio, ya que causan hipomagnesemia, una afección en la que los niveles de magnesio se vuelven peligrosamente bajos en la sangre.
Los bisfosfonatos. Los suplementos ricos en magnesio pueden disminuir la absorción de los bifosfonatos orales, una familia de fármacos utilizados para tratar la osteoporosis, una enfermedad crónica (de larga duración) que hace que los huesos se vuelvan débiles y quebradizos. Esta interacción puede producirse cuando los bifosfonatos, como el Fosamax (alendronato), se toman demasiado pronto, antes o después del magnesio. Para evitarlo, tome los bifosfonatos al menos dos horas antes o después de tomar suplementos de magnesio. Este momento depende del bifosfonato que esté utilizando. En algunos casos, se recomienda esperar entre 30 y 60 minutos.
Los fármacos inhibidores de la bomba de protones (IBP). Cuando se toman durante periodos prolongados, (es decir, más de un año), los fármacos inhibidores de la bomba de protones (IBP) que tratan las úlceras pépticas y alivian los síntomas del reflujo ácido pueden causar niveles bajos de magnesio en sangre. Las úlceras pépticas son llagas abiertas en el interior del estómago, mientras que el reflujo ácido es una afección que se produce cuando el ácido del estómago sube al esófago, causando una sensación de ardor conocida como acidez.
Entre los IBP se encuentran, por ejemplo, Nexium (esomeprazol) y Prevacid (lansoprazol). Si está tomando IBP o se lo han recetado, acuda a un profesional sanitario para que analice sus niveles de magnesio en sangre antes de iniciar un tratamiento a largo plazo con IBP, y considere la posibilidad de analizar periódicamente sus niveles de magnesio en sangre mientras tome la medicación.
El cinc. Se trata de un oligoelemento esencial necesario en pequeñas cantidades para mantener la salud. Es un mineral importante para la cicatrización de heridas, la función inmunitaria, la coagulación de la sangre y otras funciones corporales. Y las investigaciones han descubierto que tomar dosis muy altas de zinc junto con magnesio puede afectar a la capacidad del organismo para absorber y regular el magnesio. Para evitar esta posible interacción, tome zinc y magnesio por separado y a distintas horas del día.
Así que, si tomas alguno de los medicamentos mencionados, consulta a tu médico para saber si es seguro tomarlos junto con un suplemento de magnesio. En algunos casos, el magnesio puede seguir tomándose si se administra a una hora distinta a la de la medicación y en la dosis adecuada. Y, de manera más natural, con la dieta que nos aporte en los propios alimentos el magnesio que necesitemos.