La ciencia desvela los riesgos de comer pan blanco todos los días
Por qué es más saludable pasarte al integral.
El pan blanco no suele faltar en las mesas españolas a la hora de la comida e, incluso, en el desayuno en forma de tostada o de barrita.
No es un alimento insano si se toma con moderación dentro de una dieta variada y equilibrada, pero los especialistas en nutrición suelen aconsejar priorizar el integral, más interesante por su aporte de fibra y por ser más saciante.
Con el pan blanco, como ocurre también con el arroz o la pasta no integral, al estar elaborados con harinas procesadas, contienen hidratos de carbono refinados que el organismo digiere de manera rápida.
"Éstos se convierten rápidamente en glucosa y esta glucosa pasa muy rápido a la sangre y produce picos. El páncreas tiene entonces que segregar insulina y si estos ciclos se repiten de manera continuada, con el tiempo pueden ser un factor de riesgo para desarrollar obesidad u otras enfermedades metabólicas", explicó en 2020 la tecnóloga de los alimentos Beatriz Robles a El HuffPost.
Además de estos picos de glucosa, Business Insider menciona otro contra de consumir pan blanco. Citan su efecto en la microbioma, las bacterias del intestino, puesto que una dieta baja en granos integrales puede desequilibrarla y producir síndrome de intestino irritable o inflamación.
Por contra, priorizar el consumo de pan integral resultaría más beneficioso para la salud intestinal y para ese equilibrio de la microbioma.