Así es como te aconsejan los nutricionistas que bebas agua para rebajar el azúcar en sangre

Así es como te aconsejan los nutricionistas que bebas agua para rebajar el azúcar en sangre

Te ayudará a diluir la glucosa en sangre y a favorecer la función renal para filtrar el exceso de ella

Un vecino acude a un surtidor para coger aguaMariam A. Montesinos | EFE

La hidratación desempeña un papel fundamental en el control de los niveles de azúcar en sangre. Por lo tanto, la gestión del azúcar en sangre es una cuestión crucial para quienes padecen diabetes o prediabetes, pero también para quienes desean mantener un estilo de vida saludable y prevenir la aparición de enfermedades metabólicas.

Los nutricionistas te sugieren un método sobre cómo beber agua para reducir el azúcar en sangre, con el que comprobarás cómo una hidratación adecuada puede ayudar a mantener un nivel óptimo de este nivel.

El agua es vital para el buen funcionamiento del metabolismo, facilita la digestión, ayuda a la absorción de nutrientes y favorece la función renal. Cuando se trata del azúcar en sangre, la razón de que beber suficiente agua sea crucial es porque ayuda a diluir la glucosa en sangre y favorece la función renal para filtrar su exceso. El agua hace que los riñones funcionen mejor y sean más eficaces a la hora de eliminar el exceso de glucosa a través de la orina.

Según algunos estudios, la deshidratación crónica puede afectar a la producción de hormonas como la ADH (hormona antidiurética), que puede tener un impacto negativo en la regulación de la glucosa. Así que esta es la forma en la que te proponen que te organices para asegurarte de que estás bebiendo la cantidad suficiente de agua.

Lo primero es empezar el día con agua, por costumbre. Se recomienda beber un vaso al levantarse. Esto ayuda a rehidratar el cuerpo tras el ayuno nocturno y estimula el metabolismo. Para potenciar el efecto, algunos expertos sugieren añadir unas gotas de zumo de limón, que puede ayudar a estabilizar los niveles de azúcar en sangre gracias a su bajo índice glucémico y a la presencia de vitamina C.

También debes distribuir de forma adecuada tu ingesta de agua a lo largo del día. El beber con regularidad es tan importante como la cantidad de agua que tomas en la jornada. Es la forma de ayudar a mantener los niveles de azúcar en sangre bajo control. Además, beber demasiado de una vez puede sobrecargar los riñones, mientras que hacerlo en pequeñas cantidades con frecuencia mantiene el cuerpo hidratado de forma constante y ayuda a mantener estable el azúcar en sangre.

En tercer lugar, te recomiendan beber un vaso de agua una media hora antes de cada comida. Te ayudará a controlar el apetito y a evitar la ingesta excesiva de alimentos, que también puede provocar picos de azúcar en sangre. Además, el agua facilita la digestión y puede mejorar la absorción de nutrientes, reduciendo el impacto glucémico de las comidas.

Y, finalmente, compagina esta ingesta con alguna actividad física. Durante el ejercicio, es esencial mantener el cuerpo hidratado. La actividad física aumenta la sensibilidad a la insulina, ayudando a reducir los niveles de azúcar en sangre. Beber agua antes, durante y después de la actividad física ayuda a prevenir la deshidratación y a mantener estables los niveles de azúcar en sangre.

Respecto a la cantidad de agua al día ideal para mantener tu organismo sano, obviamente, va a depender de tu edad, peso, actividad física y del clima del lugar en el que vivas. Sin embargo, hay una regla general que sugieren los nutricionistas: beber al menos ocho vasos al día, lo que equivale a unos dos litros. Lo que ya sabes que puede variar si, por ejemplo, haces mucho ejercicio o vives en un clima cálido.

Así que, en conclusión, no olvides que el agua es tu mejor opción para hidratarte. Evita las bebidas azucaradas y el exceso de café, que pueden provocar un rápido aumento de los niveles de azúcar en sangre. El agua es gratuita en la mayoría de los casos, no tiene calorías y todo lo que puede darte son beneficios.