Alerta de Sanidad por 922 medicamentos y el año que viene será peor: estos son los enfermos perjudicados
Los problemas de suministro no tienen visos de parar, aunque no se considera una alarma sanitaria.
Actualmente hay 922 medicamentos con problemas de suministro en España, según datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). Se trata de un problema multifactorial que se ha visto agravado por la incertidumbre internacional generada por la guerra de Ucrania.
Hipertensivos, antidiabéticos y colirios son algunos de los productos más afectados, aunque este 2023 la situación parece haberse estabilizado. Algunos de los más populares que han estado o continúan estando desabastecidos son el analgésico Efferalgan, la prednisona Alonga, el colirio Ciclopéjico, el Septrin Pediátrico, el antidiabético Ozempic inyectable y los comprimidos de Strattera, indicado para el TDAH.
A pesar de la evolución en los últimos meses, no todos los farmacéuticos son positivos de cara al próximo año. "Hay algunos que llevan con un suministro irregular bastante tiempo. Creo que desde el año pasado se duplicaron y afecta a todo tipo de medicamentos. Y el próximo año las cosas se van a poner más feas”, apunta a Europa Press la vocal del Colegio de Farmacéuticos de A Coruña, Paula Briones.
El problema recae también en que en la farmacia no se puede sustituir un formato por otro del medicamento que le ha recetado el médico. Es decir, un comprimido por un sobre, aunque sea el mismo producto. Esto solo se hizo, tal y como cuenta Briones a Europa Press, en el caso de la Amoxicilina infantil el pasado año. Son situaciones "excepcionales", aunque la farmacéutica se queja de que llevan años luchando por una regulación más estable en esta materia.
Además de aplicaciones como Pharmahelp que ayuda a los farmacéuticos a guiar a sus pacientes hacia otras farmacias cercanas en las que sí está el medicamento que piden, la AEMPS cuenta con determinadas acciones para evitar que falte el suministro como puede ser pedirlo al extranjero, algo que se hace especialmente en casos en los que es un único fabricante el encargado de suministrarlo.
Esta comercialización excepcional supone "la puesta en el mercado de un medicamento igual al autorizado en España, pero que está acondicionado para otros países y, por ello, etiquetado en otro idioma". "También puede tratarse de medicamentos con caducidad inferior a seis meses en el momento de la distribución o bien con especificaciones ligeramente distintas a las registradas", explican en la web de la AEMPS.
Tal y como señala a Europa Press Iñaki Sánchez, vocal del Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra, estas posibilidades hacen que no sea una alarma general. "Con todos estos pasos que hay, normalmente, la escasez no se convierte en una alarma sanitaria", explica.
Briones apunta a Europa Press, aunque con "ciertas reservas", que España "no es el país más atractivo para las multinacionales de la medicina". Algo que hace que estos problemas de suministro sean una cuestión económica. Según ella, otros países "pagan más por sus medicaciones".