Adiós a las pastillas: los médicos proponen estas alternativas para ayudar a los mayores a dormir

Adiós a las pastillas: los médicos proponen estas alternativas para ayudar a los mayores a dormir


Casi la mitad de la población española padece trastornos del sueño

Una pareja de personas mayoresGetty Images

Las personas mayores de 65 años son los que más consumen benzodiacepinas, es decir, el grupo de medicamentos para recetado para quienes necesitan tomar un fármaco que tenga un efecto tranquilizante o inductor al sueño. Así lo reflejaba un reciente estudio realizado por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia. El problema, como bien sabemos por los propios prospectos, es que los efectos secundarios a veces son numerosos en este tipo de fármacos, y algunos que son especialmente peligrosos para las personas mayores, como mareos, caídas o somnolencia durante el día. Además, de otro efecto, el de la adicción que ellos, que luego es difícil de controlar.

Así que con el objetivo de buscar alternativas para toda la población con problemas de insomnio, pero especialmente las personas mayores, los expertos en este grupo de población de la compañía Sanitas proponen una lista de cinco propuestas que pueden ayudar a no necesitar o a reducir el consumo de este tipo de productos.

La primera es establecer una rutina suelo. Lo mismo que se hace con los niños cuando se les manda a la cama siempre a la misma hora, los siete días de la semana (también el fin de semana, precisamente para que no se les trastoque el sueño de cara a la siguiente semana) vale para los adultos, pero para todos, los mayores y los menos mayores, es claramente un hábito saludable, según insiste este equipo de expertos.

La segunda es evitar las sustancias estimulantes. Ya sabemos que el café, el tabaco y otras bebidas o alimentos nos aumentan el pulso cardiaco y debemos evitarlos. Le sigue el consejo de cuidar el ambiente de sueño. Es importante, recomiendan estos expertos, que tengamos una cama cómoda y una almohada adecuada, que en la habitación haya una buena temperatura, más bien fresca, y que esté oscura. La ambientación es importante para que nos sea más fácil conciliar el sueño.

Y, finalmente, el último consejo es que la persona mayor no descuide el ejercicio físico. Lo recomendable es que los practiquen al menos tres veces por semana durante media hora. Al consumir energía haciendo ejercicio, aunque sea caminar, ayuda a que lleguemos a la cama con la energía más baja y en perfectas condiciones para que nos tardemos en dormirnos.

Esto no quita, añaden estos especialistas, que aunque estas medidas complementarias son siempre muy útiles e inocuas, en los casos en los que las personas mayores necesiten tratamiento médico si así lo considera su facultativo. Pero estos cinco consejos van a actuar como medidas preventivas si se adquiere el hábito de realizarlas y pueden servir para reducir la dependencia a la medicación que se esté tomando y a no necesitarla durante un largo periodo de tiempo.