La ilusión de repartir 200 millones de euros del Gordo: el sorteo de la Lotería de Navidad que nunca olvidará Rocío Arias
Su marido, Jorge, llevaba desde los 14 años trabajando en la administración de Lotería 205 de Madrid y nunca había dado un primer premio. Tres meses después de su fallecimiento, su mujer lo logró: "Antes de morir me dijo, 'Rocío este año vas a dar el Gordo".
Rocío Arias, dueña de la administración de Lotería 205 de Madrid, jamás podrá olvidar lo que ocurrió en el último sorteo de Lotería de Navidad. Tras un año de muchas emociones, veía a los niños de San Ildefonso cantar uno de los números que había vendido en su local.
A las 13:16 horas del 22 de diciembre de 2023, Francisco Moreno Durán puso la mano en el alambre y mientras Yesica Paola Valencia cantaba el 88.008, él alzaba la voz con las cuatro palabras deseadas por todos: "Cuatro milloneeeeees de euros".
En ese momento, se desataba la felicidad en la administración de Rocío Arias. El "número feo" se acababa de convertir en el primer Gordo que se había dado en la historia del local. Vendió 500 décimos de la Lotería. En total, repartió 200 millones de euros en un barrio obrero de Madrid, el Barrio del Pilar.
Recuerda con emoción cómo vivió un día que no olvidará jamás. "Ese día estábamos con la tele puesta. Solemos ponerlo a todo volumen para que los vecinos del barrio lo escuchen. Es muy tradicional y bonito, con el soniquete de los niños", revive.
"Cuando dijeron el número, reconocí que era el nuestro. Fue de los últimos que vendimos, porque no le gustaba a nadie. Yo no sabía qué tenía que hacer en ese momento. Pensaba que lo máximo que podría dar eran pedreas, ni siquiera un segundo o tercer premio", cuenta.
En ese momento, no tenía ni idea de qué hacer, con quién celebrarlo, a quién llamar. "Me pregunté, ¿qué hago ahora? ¿Qué tengo que hacer? ¿Dónde salgo? Se lo tuve que comentar al quiosquero y decirle que la que está gritando soy yo. Fue un momento de muchos nervios y emoción", expone.
Tres meses después del fallecimiento de su marido
Pero la historia de Rocío Arias va más allá de los 200 millones de euros que repartió el pasado 22 de diciembre de 2023. Su marido, Jorge, había trabajado desde los 14 años en la administración, que regentaba su madre. "Desde los 14 años estaba echando una mano a su madre", apunta.
"A mi marido le conocían con los pantalones del colegio porque iban todos a echar una mano a su madre. Mi suegra tenía 12 hijos. Mi suegro se puso malito con 35 años y ella se llevaba a todos los niños a ayudar allí", expone.
Rocío Arias reconoce que, tanto su marido como su suegra, "decían que dar un Gordo de Navidad tiene que ser increíble, porque es tanta la publicidad, la venta y la alegría de salir en la tele y en todos los medios". "Es verdad que yo en ningún momento, después de tantos años de trabajo de mi suegra y mi marido, había pensado en dar un primer premio", justifica.
Pero un año antes de que se descorchara el champán en el local y tanto ella como su compañera Rocío repitieran ante los micrófonos de la prensa, los vecinos y curiosos aquel 88.008, recibió una de las peores noticias.
El 24 de diciembre de 2022, el día de Nochebuena, su marido se marchó al hospital por la mañana porque se encontraba mal. Tras hacerle varias pruebas, "le dijeron que tenía un tumor y que iba a durar unos meses". "No sabían cuándo ocurriría y murió el 15 de septiembre de 2023", explica.
"Antes de morir me dijo, 'Rocío, este año vas a dar el Gordo'. Yo le decía que no, que era imposible. Pero llegó al cielo y se encargó de que diera el Gordo en la administración de su familia. Quien no quiera creer es porque no quiere. Hay mucho ahí arriba", señala.
El día en el que repartió 200 millones de euros, Rocío Arias recibió el cariño de la gente del barrio. "Bajó mucha gente muy cariñosa, porque llevamos muchos años en la administración, porque conocían a mi suegra y también a mi marido. Nos apoyaron mucho en los meses de su enfermedad y bajaron muchos a abrazarme y darme la enhorabuena", asegura.
"Se nota un montón el 'boom' del Gordo"
En un año la situación en su administración ha cambiado de forma radical. "Se nota un montón el boom del Gordo. Hemos pasado de ser una administración normal a ser una administración que ha dado el Gordo. Se han animado muchísimo las ventas y lo hemos notado", indica.
Rocío Arias habla de la publicidad que le ha dado el premio y cree que debería ser algo que se debería hacer a todas las administraciones. "No sólo hay una, que parece que solo hay una y que todas trabajamos para esa administración. Hay muchas trabajando y lo hacemos con mucha ilusión y con ganas de dar premios", justifica.
La lotera explica que los premiados fueron en un principio tímidos. "Al principio, se escondían porque no querían salir en la televisión. Luego, durante el año, iban bajando, contándonos que se lo habíamos vendido. Ahora vienen y me piden el Gordo, como si yo lo supiera", relata entre risas.