El niño de 200 kilos esquiva la muerte y da un giro casi imposible a su vida
La increíble transformación del joven indonesio Arya Parma: de la obesidad extrema a la esperanza.
En el remoto pueblo de Karawang, Indonesia, la vida de Arya Permana, un niño de diez años, estaba lejos de ser común. Con un peso que llegó a los 192 kilos, el joven (ahora tiene 18 años) se hizo famoso en 2016 y pronto se le etiquetó como el niño más gordo del mundo. Lo cierto, es que ha mantenido una lucha diaria contra la obesidad desde una edad muy temprana, que ha terminado en una increíble transformación.
La obesidad, impulsada por una combinación de factores genéticos, ambientales y sociales, está asociada con una serie de enfermedades graves, desde la diabetes hasta la hipertensión. Arya, incapaz de caminar sin ayuda, tampoco era capaz de mantenerse en pie más allá de un par de minutos. Una situación crítica que ponían en riesgo su vida.
Sin embargo, por suerte para Arya, la historia de su vida dio un giro radical. Después de años de lucha y tratamiento, ha sido capaz de perder más de cien kilos, un logro que pocos creían posible. Pero la combinación de la cirugía bariátrica, el cuidado de la dieta y el hecho de ponerse en manos de un preparador físico, el joven indonesio comenzó una transformación notable.
"Yo solo lo apoyo. Le gustan los deportes. Cuando todavía estaba muy gordo, le gustaba el fútbol. El tipo de apoyo que puedo brindarle es compartir con sus padres la importancia de seguir una buena dieta y su motivación para apoyar a Arya", explica Ade Rai, su preparador físico, en una entrevista concedida al Jakarta Post.
El padre de Arya, Ade Somantri, agradece en el mismo medio de comunicación que el tratamiento médico al que se ha sometido su hijo, la dieta que le han impuesto y las estrictas rutinas de ejercicio, han ayudado a cambiarle la vida a su hijo.
La historia de Arya resalta una crisis global de salud: la obesidad. Según la Organización Mundial de la Salud, más de 1900 millones de adultos en todo el mundo tenían sobrepeso en 2016, con más de 650 millones clasificados como obesos. La situación es aún más preocupante entre los niños y adolescentes, con más de 340 millones afectados.