El único caso en el que Daniel Sancho puede pedir el perdón del rey de Tailandia

Quedan pocas horas para conocer la sentencia a la que se enfrentará Daniel Sancho. Será un año y casi un mes después desde que se diera a conocer la noticia y tras haber sido celebrado el juicio. El futuro del hijo del actor Rodolfo Sancho y de Silvia Bronchalo está en manos de la justicia tailandesa, que ya ha tomado una decisión, pero que no se va a dar a conocer hasta la madrugada de este jueves. 

El Código Penal contempla varias opciones para las personas que sean condenadas por un delito de homicidio. La diferencia primordial entre ellas radica en si el juez determina o no que este se cometiera con premeditación. En este sentido, Sancho está acusado de tres cargos: asesinato premeditado, destrucción de documentación ajena, y dañar y hacer desaparecer partes del cuerpo de la víctima.

En caso de ser condenado por el primero de ellos, la norma es clara: pena de muerte. Sin embargo, la tradición tailandesa, en este sentido, admite una vía de escape para esta condena. Es el perdón real y se da en ocasiones especiales, normalmente, en el cumpleaños del monarca tailandés, Maha Vajiralongkorn, dado que es él el encargado de concederlo.

El proceso consiste en lo siguiente. Tras ser condenado a la pena de muerte, el reo puede redactar una carta al soberano tailandés. En ella, ha de solicitar al monarca que sea clemente y le perdone el fatídico final al que la justicia lo ha condenado. Es decir, que lo indulte y le conmute la pena. 

Cuando el rey toma su decisión, se la comunican al preso al que le atañe mediante un documento. En caso de que la prerrogativa real termine siendo favorable al reo en cuestión, esta se suele conmutar por un período en prisión. Pero para poder solicitarlo, además de ser condenado a la pena capital, el reo en cuestión ha de haber cumplido un tercio de su pena, según 20 Minutos. 

Esto, a su vez, abre una nueva vía a los reclusos extranjeros, dado que se podría emprender el camino hacia la extradición a su país de origen. Es el caso de Artur Segarra. 

Él es uno de los tres españoles que ha sido condenado a pena de muerte fuera de las fronteras nacionales, tras ser declarado culpable del asesinato con premeditación del también español David Bernat. En 2017 le impusieron el castigo máximo que, dos años después, ratificó el Tribunal Supremo, tras declarar firme la sentencia.

Pero Segarra solicitó este perdón y en 2020, finalmente, se lo concedieron. Pero él todavía continúa cumpliendo su condena en una cárcel tailandesa. 

Y el de Segarra no ha sido el único caso de clemencia real. Los últimos datos de la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, que datan de 2023, señalan que, en Tailandia, la última ejecución por este motivo se llevó a cabo en 2018. Por lo tanto, en caso de que el nieto de Sancho Gracia fuera condenado a la perpetua, podría librarse de ella por esta vía.