El cáncer de mama de Shannen Doherty se extiende: “No me quiero morir”
La actriz, protagonista de Sensación de Vivir y Embrujadas, revela en una entrevista de la revista People que la enfermedad, en fase 4, se ha extendido a los huesos.
La actriz Shannen Doherty, conocida por ser la protagonista de series como Sensación de Vivir y Embrujadas, ha revelado en una entrevista concedida a la revista People que el cáncer del que fue diagnosticada en 2015, y que ya estaba en fase cuatro, se ha extendido a los huesos.
"No quiero morir. Tengo mucho que vivir. Tengo mucho que amar. Me quedan muchas cosas por hacer y mantengo la esperanza de cambiar las cosas para mejor”, asegura la actriz de 52 años en una exclusiva de la revista People, en la que habla sobre el avance de la enfermedad, el tratamiento que recibe y el podcast autobiográfico que publicará en una semana: Let’s Be Clear with Shannen Doherty.
Precisamente, la actriz hace hincapié en la importancia de poder seguir trabajando pese a la enfermedad: "La gente da por sentado que eso significa que no puedes andar, comer o trabajar y no es así. Somos gente que quiere trabajar y abrazar la vida y seguir avanzando", explica.
En la entrevista, Doherty también hablar sobre el impacto que ha tenido en su vida el cáncer contra el que lucha desde hace ocho años. "Ha sido una montaña rusa. Ha habido momentos en los que me he sentido muy optimista y otros en los que me he sentido muy perdida", asegura una de las protagonistas de Sensación de Vivir, la serie que la catapultó a la fama en la década de los noventa del siglo pasado.
Como en otras ocasiones, la también protagonista de la serie Embrujadas ha recordado la importancia de la detección temprana del cáncer: "Si hay algo que puedo decir a la gente es que se haga las pruebas. No esperen a que sea demasiado tarde", apunta Doherty.
Shannen Doherty fue diagnosticada por primera vez con cáncer de mama en 2015. En 2017 anunció que estaba en remisión, pero en 2020 se descubrió que la enfermedad había regresado. El cáncer de mama es el más común entre las mujeres. En 2022, se estima que se diagnosticaron 281.550 nuevos casos en Estados Unidos.