Arantxa Sánchez Vicario se reinventa como profesora a 200 euros la hora
La extenista espera la sentencia del juicio por alzamiento de bienes que afrontó en Barcelona junto a su exmarido, Josep Santacana.
Arantxa Sánchez Vicario, la tenista española que en 1995 ocupó el número 1 del mundo en el ranking WTA, está a la espera de que se dicte la sentencia sobre el juicio por alzamiento de bienes que afrontó en Barcelona junto a su exmarido, Josep Santacana. Lo hace, además, sabiendo que evitará su paso por la cárcel al sellar un acuerdo con las acusaciones para que la condena -si la hay- no supere los dos años de prisión.
En medio de este turbulento proceso judicial, Arantxa Sánchez Vicario ha optado por alejarse de los focos y nada más terminar su declaración en Barcelona decidió coger un vuelo y volver a Miami, ciudad en la que vive con sus hijos y en la que habría dado un nuevo rumbo a su vida.
En su declaración ante el juez, además de imputar a su expareja la responsabilidad de un plan para no devolver unos préstamos que les concedió el Banco de Luxemburgo en 2010 y que la han llevado a sentarse en el banquillo, Sánchez Vicario reveló algunos detalles sobre el estado de su cuenta bancaria y destacó la complicada situación económica que atraviesa. Días antes de su declaración, ya había hablado de ello en una entrevista publicada por El País: "Saco adelante a mis hijos gracias, también, al dinero que me dejan los amigos. Con eso voy tirando", confesaba Sánchez Vicario.
Ahora, después del juicio, el programa Espejo Público de Antena 3, se ha hecho eco de una investigación periodística en la que desvelan detalles sobre el estilo de vida que Arantxa Sánchez Vicario lleva en Miami. Según el periodista Antonio Belchi, la extenista "lleva una vida muy modesta, alejada de cualquier tipo de lujos, una vida muy normal" que ha aprovechado para reinventarse como profesora de tenis, ofreciendo clases por 150 o 200 euros la hora.
Sánchez Vicario vive de alquiler en un piso de aproximadamente 120 metros cuadrados ubicado en una urbanización con seguridad privada 24 horas, piscina y gimnasio. Una vivienda que inicialmente habría alquilado por 3.250 dólares mensuales y por la que, a día de hoy, estaría pagando alrededor de 6.000 dólares al mes.