El roscón de La Bañeza con una sorpresa de 10.000 euros: "La niña llevaba toda la vida en el hospital. Les tocó"

El roscón de La Bañeza con una sorpresa de 10.000 euros: "La niña llevaba toda la vida en el hospital. Les tocó"

Entrevista a Sergio González, el rey del roscón, cuya iniciativa comenzó con un cheque de 500 euros.

Confitería Conrado, en La Bañeza (León).Cortesía de Confitería Conrado

Willy Wonka es a la fábrica de chocolate lo que Sergio González al roscón de reyes. El lugar donde hace la magia es la histórica Confitería Conrado, en La Bañeza, un pueblo de León de poco más de 10.000 habitantes. Sin embargo, sus roscones llegan no solo a todos los rincones de España, sino también a otros países.

Además de su sabor, lo que los hace especiales es su golosa sorpresa: todo roscón lleva su figurita, pero también puede esconder un premio de 10.000 euros. O, como ellos dicen: "Melchor lo ha amasado, Gaspar con sus frutas lo ha decorado y Baltasar lo ha rellenado. La sorpresa, la ha puesto Conrado".

"La idea surge en una cena de Navidad allá por 2008, cuando atizaba la crisis aquella aguda económica que hubo", cuenta a El HuffPost el confitero. "Las Navidades eran buenas con todos los turrones, pero la época del roscón de Reyes daba un bajón. De aquellas, era un dulce más de Navidad, no es lo que es hoy en día. Dijimos: ‘¿Por qué en vez de meter una figurita no metemos una sorpresa pero bien buena metálica?".

Comenzaron con un billete de 500: "Total, no íbamos a ser ni más ricos ni más pobres". De esta manera, querían incentivar las ventas y probar a ver cómo funcionaba. Para su sorpresa, se encontraron con unidades móviles de televisión acudiendo a su establecimiento y abriendo informativos. "Gracias a ese apoyo de los clientes y de toda esa repercusión mediática, al año siguiente decidimos meter mil euros", rememora.

"La idea surge en una cena de Navidad allá por 2008, cuando atizaba la crisis aquella aguda económica"

Tan buen resultado obtuvieron que ya van por la cifra de 10.000 euros. "El sistema ha cambiado, al principio metíamos un cheque por valor de 500 euros, mil, dos mil, lo que fuera, en un solo roscón", explica. El año pasado lo cambiaron y ahora lo que realizan es un sorteo: "Por dos motivos, por cuestiones de transparencia y porque de la otra manera se concentraban demasiado las ventas los días justo antes de Reyes".

Ahora el sorteo abarca los que venden desde el 15 de diciembre al 6 de enero. Todos ellos van numerados con unas papeletas que se entregan a los clientes y una matriz que se quedan ellos.

"El 6 de enero, ante notario, se saca una de esas matrices y de ahí sale uno de los tantos y tantos roscones que han ido por toda España y por toda Europa", relata el pastelero. "Yo creo que el roscón tiene un componente muy emocional. Es un dulce que te recuerda a tu país, que te sientas a la mesa con él y sientes que estás en tu hogar...", reflexiona sobre esos clientes españoles que residen en otros países europeos.

Más allá de lo económico, la iniciativa les ha dado historias "de cuento", "de hacerte llorar casi" como la de unos ganadores, unos padres de una niña que compraron un roscón por internet. "La niña tenía 8 años y llevaba toda la vida en el hospital. Sus padres siempre le habían prometido que si les tocaba un premio, de lotería o de lo que fuera, que la llevaban a Disney. Les tocó el roscón de los 10.000. Te lo cuento y todavía me emociona y se me saltan casi las lágrimas", relata. "Ahora nos vienen todos los años a ver. Son de la familia. Vienen desde Zamora a comprar el roscón". La niña, que tenía una leucemia, se ha curado y "está en casa". "Aquello fue increíble. Es una de esas historias que si me la cuentan digo 'anda, venga, va, cuéntame otra que no me la creo'. Es una historia de Navidad de verdad", apostilla.

"Sus padres siempre le habían prometido que si les tocaba un premio, de lotería o de lo que fuera, que la llevaban a Disney. Les tocó el roscón de los 10.000"

El confitero no da cifras de venta, pero sí señala que son "miles y miles". Eso es posible debido a su tienda online, elreydelroscon.es, que abrieron en 2012 "cuando apenas se vendía por internet; el pequeño comercio, nada, y en alimentación, ni te cuento". En la web tienen precios determinados —uno mediano relleno de nata cuesta 21,5 euros y uno sin relleno, 17,5—, pero en tienda se venden al peso, a 25 euros el kilo.

Los elaboran de distintos tipos, siempre con la premisa en mente de "llevar el sabor de nuestra tierra y participar con nuestros productores". "En este mundo rural que vivimos creo que es muy importante esa economía circular, que todos salgamos beneficiados", opina González. "Por ejemplo, nuestro roscón está hecho con mantequilla de la montaña de León, tenemos un sabor de frambuesa de aquí, de la comarca del Teleno. También de cabello de ángel, de almendra, de trufa, de nata, de crema...", enumera. "Sí que es verdad que el rey del roscón, nunca mejor dicho, es el de nata", admite.

También tienen otro con un nombre de lo más curioso, el del periodista radiofónico Carlos Alsina. "Cuando estaba en La Brújula tenía siempre el debate de si el roscón con fruta escarchada o no. Él la odia, entonces con permiso de él le pedimos poner su nombre a un roscón sin ella. Aquí la gente te viene pidiendo un Alsina", cuenta el confitero.

"Nuestro roscón está hecho con mantequilla de la montaña de León, tenemos un sabor de frambuesa de aquí, de la comarca del Teleno"

Aunque el sorteo es en estas fechas, en tienda venden roscones durante todo el año: "Incluso hay mucha gente que en vez de llevar una tarta de cumpleaños se lleva el roscón con su felicidades, con sus velas...". Como destaca González, una de su intenciones es "desestacionalizar este dulce". Recuerda además que cuando empezaron "no era el más importante de las Navidades", pero con los años "se puso de moda a tope": "Ahora hace roscones desde cualquier cocinero estrella Michelin hasta cualquier panadería del último sitio de España".

Estos días tienen cola para comprarlos, aunque la demanda se reparte un poco más: "Antes la gente se pensaba que el cheque se metía en los últimos días y como ahora se sabe que van todos numerados y que en cualquiera puede ir el premio, las ventas han aumentado pero también se han repartido más a lo largo de todos los días. No hay esa concentración que había los días 3 y 4 de enero".

Aunque sea para unos días, "se generan más puestos de trabajo", y su éxito repercute también en generar más actividad en La Bañeza: "No te imaginas la cantidad de gente que viene de fuera y desde dónde vienen: tenemos quien viene desde Valencia, de Galicia, de Andalucía... gente que viene de paso por la autovía, por la A-6 y para". "Al final eso crea un flujo de gente que no es que sólo vengan a comprar el roscón. Aquí me han dicho de una zapatería: 'Estaban esperando por el roscón y vinieron a comprar unos zapatos'. Y el del bar de al lado, pues que han ido a tomar algo, o han ido a comer a tal sitio. Genera mucho movimiento y a mí eso es algo que me satisface mucho, porque creo que, sobre todo en un pueblo, si le va bien a tu vecino te va a ir bien a ti", saca pecho el repostero, que se declara "fanático de la defensa del rural".

"Creo que, sobre todo en un pueblo, si le va bien a tu vecino te va a ir bien a ti"

En su tienda también ofrece 38 variedades de turrón, todos artesanos. Este año, por ejemplo, han elaborado uno de tinto Mencía, una uva de la zona de El Bierzo, y tienen otro que no podía faltar: turrón de roscón de reyes.

González también resalta otros "productos emblemáticos tanto de la confitería como de La Bañeza, que es una ciudad dulce por naturaleza": las yemas tostadas, los imperiales de almendra, los conraditos y los besitos. "Y el roscón, que se ha convertido en un embajador de la ciudad", afirma.

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