Por qué los jóvenes son los que más leen y cómo evitar que ese hábito se pierda
Según el Barómetro de Hábitos de Lectura este segmento no sólo concentra al mayor número de lectores sino también a los más ávidos.
El número de lectores en España sigue creciendo como la espuma. La tendencia se ha consolidado desde el confinamiento y así lo demuestran los datos del Barómetro de Hábitos de Lectura 2022, que se publicó en febrero. No solo hay más personas que leen en España, sino también más lectores frecuentes, es decir, aquellos que abren un libro todas las semanas.
¿La franja que más lee? La de los jóvenes de entre 14 y 24 años, que alcanza el 74,2% de lectores. “Hay otro dato que también resulta significativo y es que en los últimos diez años este porcentaje no ha dejado de crecer. Eso, a pesar de que en este tiempo también se han incrementado las opciones disponibles para el ocio, especialmente en las pantallas. Creemos que este dato es una buena noticia que nos gustaría ver consolidada en los próximos años”, explica Daniel Fernández, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España, que elabora el barómetro.
“También es importante señalar otro dato y es que también ha crecido lo que denominamos lectores frecuentes, aquellos que leen al menos semanalmente. Desde que se elabora el Barómetro, en el año 2000, esta cifra ha crecido un 10 % pasando del 42% al 52% entre los 16 y los 24 años”, detalla Fernández, que cree que la educación ha tenido mucho que ver. “Un aspecto importante que ha influido en este crecimiento ha sido la introducción de la lectura en los planes educativos. Esto ha sido un elemento clave para el crecimiento del hábito lector”, destaca el presidente de la Federación de Gremios de Editores de España.
Estos datos desmontan las teorías o los prejuicios acerca de los jóvenes y la cultura. “Es una realidad que los más jóvenes son también los que dedican más tiempo a otras actividades de ocio y, quizá por ello, se puede tener la sensación de que solo se dedican a ellas. La realidad es muy distinta y los jóvenes son capaces de dedicar su tiempo de ocio a diferentes actividades y demuestran que es posible realizar todas ellas”, defiende Fernández.
Es algo con lo que coincide la psicopedagoga y profesora asociada de la UOC Sylvie Pérez, que cree que “el punto de vista generacional” tiene mucho que ver con estas opiniones. “El mundo adulto siempre se considera superior, tiene que ver con este discurso de que lo que había antes era mejor. Ver que los jóvenes dedican una parte de su ocio a la lectura sorprende porque es algo que los adultos no hacen tanto. Siempre criticamos a los jóvenes, que si están demasiado tiempo con las pantallas, pero es una mirada generacional”, destaca la experta. “Hay un desconocimiento real de qué le gusta a la juventud, de qué hace la juventud”, sentencia la psicopedagoga.
El boom de la literatura juvenil
“También creo que ahora los jóvenes leen mucho porque hay autores que escriben para ellos”, defiende Sylvie Pérez, y los datos le dan la razón. “Las ventas de libros de literatura infantil y juvenil también han crecido”, explica Daniel Fernández, que señala que esto demuestra que las ideas de que los jóvenes no leen son infundadas.
De hecho, la literatura juvenil está viviendo un boom y muchos autores dedicados a este segmento de la población se han convertido en escritores superventas. “Entre 2017 y 2021 las ventas han aumentado un 51%. Sólo entre 2020 y 2021 la facturación ha aumentado un 17,8%. Esto muestra que hay lectores y que, además, la oferta de libros de literatura infantil y juvenil también permite encontrar títulos que les resultan atractivos a estos lectores”, cuenta el presidente de Federación de Gremios de Editores de España.
“Antes había un vacío muy grande entre la literatura infantil y digamos la de adultos. Eso ha hecho que se asiente el hábito lector y yo creo que a medida que se vaya repitiendo el barómetro en unos años cuando pasen a otras franjas los datos demostrarán que ese hábito se mantiene y está ahí”, reflexiona por su parte la psicopedagoga.
Para Raquel Ortega, autora autopublicada a través de Kindle y ganadora del Premio Literario Amazon Storyteller 2022, la literatura juvenil es fundamental. “Es un punto clave porque cada vez hay más escritores de literatura juvenil entonces para muchos jóvenes que empiezan ahora y cogen los libros por primera vez es lo que más les puede atraer. Especialmente a los que empiezan a leer no de tan pequeños”, destaca la autora, que también ve muy relevante Internet en este boom.
"Ya no es solo la lectura lo que les atrae, sino compartir luego lo que han vivido con esa lectura y la labor que hacen los booktubers, los bookstagramers, publicando reseñas e intentando fomentar esa lectura pues es evidente que los jóvenes que están en redes y ven las mismas novelas o a las personas disfrutando con ciertos libros pues al final es normal que sientan al menos la curiosidad", reflexiona Ortega, que también cree que tiene beneficios prácticos.
“Internet al final lo que nos ofrece es un acceso muy fácil a la literatura y a la lectura, a la escritura incluso, entonces sobre todo los jóvenes que están tan arraigados a internet ofrecerles ese tipo de oportunidades sin tener que buscar una librería o si viven en un mundo rural, que puede ser más complicado encontrar bibliotecas donde coger libros, les aporta esa facilidad”, señala Ortega.
De hecho, según el estudio Lectura, Escritura y Creación Literaria elaborado por Amazon, Internet hace más accesible la lectura. Así lo cree la mayoría de los encuestados, un 76%, mientras que un 59% de ellos destaca que online se puede encontrar libros para todos los gustos. Además, un 31% de los jóvenes de municipios rurales reconoce que recurre a la compra por internet para poder acceder a más lecturas.
Cómo evitar que el gusto por la lectura se pierda
A pesar de que la franja de entre 14 y 24 años es la que más lectores acumula, dentro de ella hay diferencias notables, especialmente si hablamos de lectores frecuentes. "Lo que nos dice el Barómetro es que entre los 10 y 14 años el porcentaje de lectores frecuentes es el mayor de todas las franjas de edad, alcanzando el 78,2 %. A partir de los 15 años se observa una caída significativa que deja el porcentaje de lectores frecuentes en el 67,7 %. Si nos vamos a los mayores de 18 años este porcentaje desciende aún un poco más hasta los 52 %", explica Daniel Fernández.
"Hay que señalar que a partir de los 25 años se produce una recuperación del hábito lector. Creemos que en esas edades la convivencia con otras actividades de ocio hace que se reduzca el hábito lector", opina el presidente de la federación.
Para Sylvie Pérez, el "bajón" cuando hablamos de lectores frecuentes o cuando se avanza a otras franjas de edad puede darse porque hay "menos tiempo de ocio". "Parece que tenemos que contraponer las opciones de ocio: o voy al teatro, o leo un libro o veo una serie, y no es así. Hay tiempo para todo. Hay que hacer como con los niños e instaurar una rutina", defiende la psicopedagoga, que no quiere decir que haya que reservar un hueco cada día. "Igual no puedo leer en todo el año pero en verano tengo tiempo y me voy a leer un libro, o el fin de semana. Es verdad que si estás leyendo de otros temas por el trabajo o los estudios es normal que no puedas hacerlo o te cueste hacer una lectura ociosa, pero hay que reservar días", insiste.
La psicopedagoga defiende que "hay que separar la lectura obligatoria de la lectura por ocio" tanto en casa como en los colegios, y recuerda que las escuelas son lugares clave para fomentar la lectura y que el hábito no se pierda. "Una de las cosas que yo creo que hace que los jóvenes cojan el gusto por la lectura es que lean lo que les gusta. En la escuela se puede fomentar con un rato cada día en el que se lea no un libro obligatorio de los que toca leer, que hay que leerlos porque toca, sino que lleven un libro que les guste y que tengan un rato al día para leerlo", propone Pérez.
"Esto es importante porque fomenta también ese hábito de llevar contigo un libro desde la adolescencia hasta la adultez. E igual no puedes leer un día porque tienes mucho trabajo y llegas cansado a casa, pero sabes que ese libro está ahí", defiende la experta.
Es una opinión similar a la de Raquel Ortega, que cree que hay que empezar en los colegios: "A mí por ejemplo en la biblioteca del colegio no me dejaban llevarme un libro para leer y para mí eso es un factor clave porque cuando eres muy pequeño y no tienes la costumbre de leer o la madurez para asimilar ciertas cosas. Es mejor a los niños que elijan sus novelas, sus libros, sus cómics, para empezar a disfrutar de lo que es la lectura más allá de la historia. En vez de ofrecerle tres oportunidades como La Celestina, Don Quijote y Hamlet, porque es evidente que con ciertas edades eso no se procesa igual".
Para Sylvie Pérez, si el hábito se afianza en la juventud, será más difícil que se pierda cuando llega la etapa adulta. Además, insiste en que para mantener el gusto por la lectura es necesario leer lo que nos haga sentir bien y quitarnos prejuicios. "Cuando estamos viendo una serie y después de dos capítulos no nos gusta o no nos engancha, la dejamos. A los libros sin embargo parece que les faltamos al respeto si los dejamos. Y hasta te sientes mal porque te lo han recomendado o es muy bueno, pero cada uno tiene sus criterios y sus gustos", recuerda la psicopedagoga.