El estadounidense de color que viajó de Mississippi a Albacete para ser camionero en la Guerra Civil española
Pasó diez meses en España ayudando al bando republicano.

La Guerra Civil Española atrajo a muchos voluntarios internacionales que, movidos por el antifascismo, decidieron luchar en el bando republicano. Entre ellos se encontraba James Yates, un afroamericano nacido en Mississippi en 1906, cuya vida estuvo marcada por el racismo, la pobreza y la búsqueda de justicia social.
Yates creció en un Mississippi dominado por el Ku Klux Klan, donde la violencia racial y la discriminación formaban parte de la vida cotidiana. Como muchos afroamericanos de su generación, su nacimiento ni siquiera fue registrado oficialmente. Desde joven, trabajó en la cosecha de algodón y en la construcción de ladrillos, mientras soñaba con un futuro mejor lejos del sur racista de Estados Unidos.
En busca de oportunidades, emigró al norte, primero a Chicago y luego a Nueva York, donde la Gran Depresión de 1929 lo dejó sin trabajo. Durante este periodo, se involucró en el movimiento obrero y sindicalista, desarrollando una fuerte conciencia política que lo llevaría a tomar una decisión radical, viajar a España para combatir el fascismo.
Su llegada a Europa
Cuando en 1936 estalla la Guerra Civil Española, Yates ve en el conflicto una extensión de la lucha contra el racismo y la opresión. Convencido de que si el fascismo no era detenido en España, el mundo entero sufriría las consecuencias, decide alistarse en la Brigada Abraham Lincoln, una unidad de voluntarios estadounidenses que apoyaban al bando republicano.
El 20 de febrero de 1937, Yates zarpa de Nueva York rumbo a Europa junto a cientos de brigadistas. En su paso por París, experimenta por primera vez la diferencia entre la segregación en su país y la relativa igualdad en Europa.
Tras cruzar los Pirineos y recibir un primer entrenamiento en Figueras, Gerona. Más adelante es enviado a Albacete, donde se encuentra la base de las Brigadas Internacionales. Allí, está asignada al Auto-Park, la unidad encargada del mantenimiento de camiones y transporte de suministros al frente de batalla.
Brunete, Teruel y Valencia
El papel de Yates en la guerra no fue directamente en combate, pero fue crucial para la logística del ejército republicano. Como conductor de camión, transportó alimentos, armas, medicinas y heridos en algunas de las batallas más importantes del conflicto, incluyendo la Batalla de Brunete en 1937.
Su labor lo llevó a conocer a personajes destacados, como el periodista Ernest Hemingway, a quien transportó en una de sus misiones. También convivió con otros afroamericanos que habían viajado desde Ohio y Chicago para luchar en España, algo que lo ayudó a encontrar un sentido de comunidad en tierras extranjeras.
En una de sus misiones, su camión fue atacado por la aviación franquista y resultó gravemente herido. Pasó tres meses en un hospital de Orihuela, recuperándose de las heridas en las piernas, antes de ser trasladado de vuelta a Albacete.
El regreso a Estados Unidos y la Segunda Guerra Mundial
En 1938, con la derrota republicana cada vez más evidente, Yates fue enviado de regreso a Estados Unidos. Sin embargo se fue con la nueva misión de alertar al pueblo estadounidense sobre el peligro del fascismo. Al llegar a Nueva York, el FBI lo interrogó y le retiró el pasaporte, sospechando de sus vínculos con el comunismo.
Poco después, cuando Estados Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial, Yates intentó alistarse para luchar contra Hitler. Sin embargo, debido a la segregación racial en el ejército, fue rechazado para el combate y enviado a limpiar hospitales en Utah .
Lucha contra el racismo y regreso a España
Después de la guerra, Yates continuó su activismo en Nueva York , luchando por los derechos civiles y contra la discriminación laboral. Durante la era McCarthy, su historial en España y su militancia lo convirtieron en objetivo del FBI, lo que le dificultó encontrar trabajo. Finalmente, inició su propio negocio de reparación de televisores y se convirtió en presidente de la NAACP (Asociación para el Progreso de las Personas de Color) en Greenwich Village.
En 1971, tras décadas de prohibición, finalmente pudo obtener un pasaporte y viajar nuevamente a Europa. Visitó España en varias ocasiones y su último regreso a España fue en 1986, cuando el gobierno democrático lo invitó al 50º aniversario de la Guerra Civil junto a otros veteranos de las Brigadas Internacionales. En este viaje, recorrió Barcelona, Valencia y los antiguos campos de batalla donde una vez transportó suministros en su camión.