La tormenta perfecta del vino se desata
Varias zonas productoras en España piden al Gobierno recuperar una solución extraordinaria tomada hace tres años para dar salida a miles de litros de bebida.
El sector vitivinícola español se enfrenta un desafío con el que no contaban: en sus bodegas no cabe más vino. El exceso de stock, acumulado por culpa de la caída de las exportaciones y la bajada del consumo en España, amenaza con que productores y cooperativas se encuentren con la próxima vendimia sin haber dado salida al de este año.
Los números hablan por sí solos: las ventas al extranjero disminuyeron un 9,2 %, hasta los 2.089,5 millones de litros y el consumo interno cayó un 8,9 % en el interanual hasta el pasado enero. Esto provoca que en las bodegas de muchas organizaciones y cooperativas se almacenen cerca de 10 millones de hectolitros.
La situación amaga con convertirse en una guerra de precios para vaciar las bodegas de cara a la próxima cosecha y, si le sumamos la delicada situación que atraviesan muchos productores por la subida de los costes de producción, por culpa de la inflación y la sequía, el sector se prepara para vivir una tormenta casi perfecta si no se encuentra una solución que permita equilibrar el mercado, tal como apuntan en El Economista.
Es por eso que algunas zonas productoras hayan pensado ya en recuperar una medida que se tomó de forma extraordinaria hace apenas tres años, en los momentos más duros de la pandemia. En aquella ocasión, el Gobierno aprobó una destilación de crisis para sacar del mercado 2 millones de hectolitros de vino y transformarlo en alcohol etílico para fines industriales. De momento, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha indicado que si la Comisión Europea está abierta a aprobar una destilación en crisis, algo que ya le ha solicitado Francia, España, apoyará la medida.
Contrarios a que se aplique de forma general
La Federación Española del Vino (FEV), que agrupa a todos los bodegueros del país, no se opone a que se lleve a cabo una nueva destilación de crisis, pero defiende que se realice sólo en aquellas zonas en las que sea necesario y no de manera generalizada en todo el país. "Una destilación de crisis general como la que se hizo por la pandemia no creemos que sea necesaria ni oportuna", ha declarado a la Agencia EFE el director general de la FEV, José Luis Benítez.
Las organizaciones agrarias también introducen algunos matices respecto a la medida y, si bien la apoyan hay que tener la vista puesta en la próxima vendimia, ya que por culpa de la sequía puede que en muchas regiones la producción sea corta y haga falta tener existencias.
Las comunidades más afectadas
La Rioja y Extremadura son las dos comunidades autónomas que más han alzado la voz para reclamar la destilación de crisis y sus gobiernos han hecho una solicitud formal al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para poder activar la medida con financiación de fondos propios y comunitarios.
En La Rioja, el Gobierno autonómico va a otorgar las ayudas "que hagan falta" y ha habilitado un procedimiento urgente para que los productores vitícolas de la región comuniquen los excedentes de vino que necesitan eliminar.
La Junta de Extremadura también ha escuchado a sus agricultores y productores y ha detallado en su petición al ministeriio que en el caso de que Bruselas apruebe la medida, la Administración regional destinará 1,3 millones de euros para destilar 4,3 millones de litros de las bodegas. En esta región calculan que hay un 22 % de excedente en vino tinto.
Hasta la fecha, la vendimia en verde es la única medida autorizada para aliviar la tensión producida en algunas regiones por un nivel de existencias de vino elevado. La Federación Española del Vino considera que esta es una "muy buena medida" porque ataja el problema en su origen al reducir la producción de uva para la siguiente campaña allí donde aún hay un elevado nivel de existencias de la temporada anterior.