Los trabajadores de la cerveza Alhambra dicen adiós a su mítico bar
Se trata de uno de esos establecimientos en los que los clientes llegan a convertirse en amigos.
Los últimos días de julio serán también los últimos días de uno de los bares con más solera de la ciudad de Granada. Se trata de uno de esos establecimientos que huelen a ambiente de barrio, a parroquia de clientes, a confianza y confesiones.
Se llama bar Alhambra —en alusión al monumento más famoso de la urbe—, pero precisamente por esa confianza hace tiempo que es el bar de Francis, su dueño. Francis ha contado al diario Granada Hoy que su padre le compró el local a un francés hace 56 o 57 años. Él comenzó a trabajar allí siendo un niño, cuando salía del colegio, y en las últimas décadas ha trabajado 12 horas de media todos los días.
A pesar de ello, reconoce que se lleva un buen puñado de amigos, de clientes. ¿Y quién era esa clientela? Además de la gente del barrio, sobre todo, trabajadores de la fábrica Cervezas Alhambra, así como alumnos y profesores de la Facultad de Medicina hasta que en 2015 se trasladó al Parque Tecnológico de Salud.
