Los riesgos para la salud de la socorrida esponja de cocina todoterreno
Es imprescindible desinfectarla y cambiarla con frecuencia.
Por contradictorio que parezca, el estropajo, utensilio imprescindible para la limpieza de la cocina, es uno los grandes focos de bacterias en el hogar. En 2017 un estudio del Centro de Investigación de Salud Ambiental de Alemania publicado en la revista Nature afirmaba que en esas esponjas pueden concentrarse unos 12.900 billones de bacterias y las más comunes son la Campylobacter, la Enterobacter cloacae, la Escherichia coli, la Salmonella y la Moraxella osloensis, causantes de infecciones en personas con el sistema inmunitario débil.
Para evitar que esas esponjas con las que restregamos la encimera de la cocina o limpiamos los cubiertos antes de meterlos en el lavavajillas condicionen nuestra salud, los expertos ofrecen varias recomendaciones:
- Cambiarlas una vez a la semana o una vez cada tres semanas como máximo.
- Tener varias y darles un uso exclusivo. Por ejemplo, una para el fregadero, otra para la encimera y otra para la placa de cocina. Para distinguir cuál es para cada cosa, el truco más sencillo es cortar un triangulito de la esponja que queramos distinguir de las demás.
- Desinfectarlas. Se puede hacer sumergiéndolas en agua con lejía cinco minutos, metiéndolas en el microondas durante tres minutos o en el lavavajillas con un programa rápido y a alta temperatura.