Los increíbles beneficios nutricionales de la fruta del burro
Gracias a ellos, esta legumbre mediterránea vive ahora una época de esplendor en la cocina.
Aunque fue alimento al que recurrir en época de carestía —con él se hacía el falso chocolate—, pasó a ser despreciada tiempo después por ser considerada poco más que alimentos para el ganado, vive hoy una nueva puesta en valor tras ser despreciada durante muchos años por considerarse poco más que alimento del ganado.
Hablamos de las algarrobas, una de las legumbres mediterráneas por excelencia que vive ahora una época de esplendor gracias a investigaciones que han descubierto sus generosas propiedades nutricionales.
Es un alimento energético, rico en azúcares, pero de bajo índice glucémico, es decir, perfecto para evitar los picos de azúcar en sangre. Tiene además una notable cantidad de fibra, de minerales como hierro, calcio, magnesio, zinc o fósforo, y de vitaminas del grupo B y A. Es bajo en grasas y no contiene gluten, por lo que se ha convertido en esencial en la despensa de las personas celíacas. Y por último, su alto contenido en pectina lo convierte en bactericida, antiviral, coagulante, anticancerígeno y un buen remedio contra el colesterol.
Con harina de algarroba o algarroba en polvo se elaboran panes, galletas, bizcochos y postres cremosos o de cuchara, especialmente en recetas veganas para sustituir al huevo y los lácteos. También se puede consumir directamente disuelta en agua, leche o alternativas vegetales, como alternativa del cacao o bebidas solubles.