Los expertos piden dejar de guardar la leche en la puerta de la nevera
Es un error muy frecuente.
Cómo colocamos los alimentos en la nevera es más importante de lo que pensamos. La temperatura que reciben algunos de ellos puede afectar a su calidad, cualidades organolépticas e incluso que se conviertan en alimentos perjudiciales para la salud.
Entre los más delicados se encuentran los lácteos, que deben conservarse entre 2ºC y 5ºC y estar pendiente de sus fechas de caducidad o de consumo preferente.
Sin embargo, es muy común colocar las botellas o brick de leche una vez abiertos, ya que antes deben estar en un sitio fresco y seco sin exposición solar directa, en las baldas de la puerta.
Según los expertos, debe evitarse este lugar por las oscilaciones de temperatura que tiene al abrirse y cerrarse, además de ser una de las zonas menos frías de la nevera. La leche debería colocarse en las baldas centrales y superiores.
Tal y como explicó el nutricionista Pablo Ojeda en laSexta, ahí deberían colocarse todos los productos que tengan poca caducidad, como las sobras (siempre en táper de cristal), los lácteos y los yogures.
La puerta debe reservarse solo para bebidas y salsas no caseras como kétchup o mostaza. De hecho, tampoco deberían colocarse allí los huevos. "¿Los huevos? ¡No! La huevera se pone ahí por cuestiones de espacio", señala el especialista.