El aviso de un experto en seguridad alimentaria sobre los pollos asados envasados del súper
Hay que guardar las mínimas precauciones.
José Manuel Gil y Jon Zubía, profesores del máster en Seguridad Alimentaria, Gestión de la Calidad y Tecnología Industrial del CESIF, han alertado del peligro de calentar los alimentos y dejarlos luego fuera de la nevera durante largo tiempo.
En una entrevista en la Cadena Ser, han señalado que los restaurantes no están obligados a guardar muestras de sus comidas, pero algunos fabricantes y distribuidores sí guardan estos testigos de sus productos, porque "si hay algún problema ese testigo lo que hace es demostrar que no es tu producto, sino que igual ha sido el consumidor que lo ha manipulado mal".
"Por ejemplo, tú compras un pollo asado de estos que vienen preparados. Tú lo calientas y te ha sobrado una pechuga y en vez de coger e inmediatamente lo que te ha sobrado meterlo en la nevera lo dejas en la encimera y lo dejas dos horas en la encimera", explican.
En esa situación, "los microorganismos crecen de forma logarítmica": "La salmonella, de dos bichos a cuatro, de cuatro a ocho, de ocho a 16, de 16 a 32 y además a toda caña, con lo cual en dos horas un alimento de 38 grados, que es la temperatura del cuerpo, es como crece, a la temperatura del cuerpo humano. Con lo cual en dos horas aquello anda solo".
"Aquello no sabe diferente, pero acabas en el hospital. Muchas veces el pollo no traía salmonela, traía un poquito pero no era peligroso. Pero como lo has dejado allí, aquello ha crecido", alertan.