Los expertos desaconsejan tajantemente viajar en avión en Europa este verano
Si queremos hacer algo por el clima, tenemos que acostumbrarnos a viajar en tren, advierten
En Europa se realizan numerosos trayectos cortos en avión, lo que es problemáticos en un contexto climático, tanto por la cantidad como porque las distancias en Europa son bastante modestas como para poder evitarlo. Además, en verano se multiplican cuando Londres, París y Berna están a unos mil kilómetros de muchas zonas del continente.
Los expertos vienen advirtiendo desde hace mucho de la alta contaminación que produce el tráfico aéreo, y ahora, en plena época de viajes, ha sido la investigadora emérita danesa Linda Christensen la que ha dado la voz de alerta. “Me parece un poco absurdo investigar cuánto viaja la gente y las consecuencias para el clima, y luego viajar yo misma en avión”, declara con coherencia.
Por eso, hace años que Christensen tomó la decisión de viajar sólo en tren cuando se desplaza por Europa, aunque le lleve más tiempo. Esta investigadora, que lleva más de 50 años vinculada al transporte danés, "por supuesto que vuelo si voy a una conferencia en Estados Unidos, pero no en los recorridos que puedo evitarlo”, señala.
Y recuerda que “en un recorrido de unos mil kilómetros, gran parte del vuelo consiste en despegar y aterrizar, y sólo se vuela en altitud durante una corta distancia. Todo este tipo de viajes consume mucha energía en relación con la distancia que se recorre”, dice Linda Christensen. Además, la mayor parte de los traslados que hacen los europeos se realizan dentro de los propio continente, por lo que la concienciación de este efecto de los hábitos cotidianos sobre el clima podría tener grandes beneficios a medio y largo plazo.
“Cambiar al tren sería de gran ayuda”, sugiere esta experta. “Es el medio de transporte que menos afecta al clima y la mayoría son trenes eléctricos, al menos en las distancias más largas”, recuerda.
Los viajes al extranjero suponen más de la mitad del CO2 del transporte de los daneses. Linda Christensen ha realizado un estudio sobre la forma de desplazamiento de los daneses, tanto en Dinamarca, al trabajo, como en su tiempo libre, dentro y fuera de su país. “Si sólo nos fijamos en el impacto de CO2 en el transporte al trabajo de los daneses, los viajes al extranjero suponen un tercio. Pero los aviones que vuelan a 10 kilómetros de altitud también contaminan el clima con otras sustancias además del CO2, y crean estelas de chorro, etcétera, que calientan aún más la Tierra”, ha explica Linda Christensen a Tv 2 Kosmopol.
“Si sumamos todo el efecto sobre el clima de los vuelos de larga distancia, que tienen un impacto adicional, obtenemos un 56%. Esto significa que más de la mitad del tráfico total de los daneses se debe a los viajes al extranjero”, pone la investigadora como ejemplo.
Finalmente, en el caso de realizar viajes más largos al extranjero, como a Estados Unidos o Tailandia, Linda Christensen recomienda que viajemos con menos frecuencia y que hagamos viajes más largos para ayudar al clima y, además, poder experimentar más cosas en la misma escapada.