La novedad en los supermercados y tiendas españolas empieza a sacar de quicio al resto de Europa: "Las odio"

La finlandesa Alma Ulvelin, presentadora de un podcast y que vive en España desde hace 18 años, tiene una opinión clara y, ¿poco gratificante? sobre las cajas de autoservicio que comienzan a extenderse cada vez más en nuestro país. "Las odio", espeta.

Ulvelin, en declaraciones recogidas por un medio finlandés, prefiere que haya personas que puedan atenderla. Según ella, es parte de lo que le gusta de la cultura española. Así, asegura que cuando ve una caja de autoservicio, pide a algún empleado o empleada que le escaneen los productos que quiere comprar. Pero no solo por comodidad.

Según Ulvelin, las cajas de autoservicio provocan en muchas ocasiones momentos incómodos. Un día, recuerda, compró una bicicleta en Decathlon y, al salir de la tienda, la alarma comenzó a sonar. Al comprobar por qué, vieron que la bicicleta llevaba un portavasos que nadie había visto y, claro, no estaba incluido en el precio.

Pese a la opinión de esta finlandesa, las cajas de autoservicio, o de autoservicio asistido, son cada vez más comunes. Los comercios que dicen implementarlas aseguran que es la mejor manera de evitar largas esperas en la cola.