La mejor fecha para purgar los radiadores
El proceso se debe realizar en los meses previos al invierno.
A pesar de que el otoño se ha hecho esperar, la borrasca Aline vivida el pasado jueves, que dejó trombas de agua en media de España y registros récords en Madrid, además de fuertes rachas de viento, ha venido acompañada de un notable descenso de las temperaturas este fin de semana.
Si bien a comienzos de octubre los termómetros en la capital del país superaban los 30º en las horas punta, en esta tercera semana del mes ya se han registrado menos de 10º, una tónica que ha obligado a rescatar los jerseys y abrigos del armario e incluso ya habrá algunos que estén pensando en encender la calefacción.
En este último caso, antes de ponerla en marcha, conviene hacer una purga de los radiadores y así comprobar que todo funciona correctamente de cara a afrontar los días más fríos del invierno.
¿Por qué hacer una purga de los radiadores?
Dado que han sido varios los meses que la calefacción ha estado inactiva, es más que probable que el aire haya penetrado en los radiadores, lo que hace necesaria una purga.
Para comprobar si es necesario realizar esta última tarea mencionada, basta con encender la calefacción. Si al poco tiempo se escuchan ruidos procedentes de los conductos del radiador, es un claro indicador de que precisa una purga. De igual manera, si al tocarlo tanto en los laterales como en la superior, se notan partes frías en esta última, dicho radiador debe ser purgado.
Fechas para purgar los radiadores
En lo que respecta a las fechas, lo primero que hay que tener en cuenta es que hay purgadores manuales, en la que sí es necesario que tú mismo realices dicha purga al menos una vez al año, mientras que hay otros automáticos, es decir, ellos mismos llevan a cabo el proceso.
De acuerdo a los expertos, lo más recomendable es que la purga del radiador se realice en los meses previos a la puesta en marcha de la calefacción, preferiblemente este octubre o a comienzos de noviembre, aunque todo depende también del lugar de residencia y lo que apriete el frío en la zona en la que se viva.
Pasos para purgar un radiador
El primer paso para purgar un radiador es, como se ha indicado previamente, encender la calefacción y comprobar que la parte superior del radiador irradia más frío que la inferior. Acto seguido, se sacará el aire en frío, por lo que será necesario apagar el sistema.
Los más indicado es comenzar por los radiadores -de tener varios- que están situados más cerca de la caldera, para seguir así el sentido natural del flujo del agua.
Después, hay que girar la llave de la válvula. En algunos casos, esta última tiene una rosca de metal o de plástico que, fácilmente, se podrá abrir con las manos. En otros casos, precisarás de un destornillador o de una llave.
A continuación, se debe dejar correr el aire, que vendrá acompañado de un chorro de agua que no caerá de forma uniforme. Para ello, es recomendable colocar un recipiente bajo la válvula para evitar mojar el suelo.
Para comprobar que la purga se ha realizado correctamente, tan solo hay que estar atento al momento en el que deja de salir aire y solo se expulsa agua. En ese instante, ya se puede cerrar la llave de la válvula y repetir el proceso en el resto de radiadores de la vivienda.
Comprobar la presión
La purga no estará completada sin antes comprobar la presión del agua de la calefacción en la caldera. Si se ha desempañado la tarea correctamente, lo habitual es que haya disminuido.
Lo óptimo es que se sitúe entre 1 y 1,5 bares. De ser así, se puede dar por concluido un proceso que no solo mejora el rendimiento del sistema de calefacción si no que también contribuye a reducir considerablemente el consumo energético y, por consiguiente, la factura del gas.