El alimento del futuro se cultiva en estas zonas de España
El país se consolida como un importante productor y está liderando el camino hacia un futuro más nutritivo y respetuoso con el medio ambiente.
La espirulina, conocida por su excepcional contenido de proteínas, más incluso que la carne y la soja, es para la Organización Mundial de la Salud (OMS) un alimento clave para el futuro por sus propiedades nutricionales: rica en vitaminas A, B12, B1 y B2, minerales esenciales, omega-3 y antioxidantes, es un aliado valioso para una dieta equilibrada.
En un contexto de búsqueda de cultivos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, el cultivo de esta microalga con propiedades nutritivas sobresalientes y un color distintivo que tiñe cualquier preparación, no se encuentra en lejanas tierras asiáticas, sino en diversas regiones de España, como Lleida y Málaga, donde esta pequeña maravilla natural prospera en armonía con el entorno local.
A diferencia de la mayoría de la espirulina que se consume en el mundo, proveniente mayormente de Asia en forma de polvo o pastillas, el cultivo español se destaca por su enfoque en la frescura del producto. Joan Solé, gerente de la empresa Organa Espirulina, afirma al diario argentino Clarín que "la espirulina fresca mantiene mejor sus propiedades y no presenta esas notas tostadas que le dan sabor a tierra, como ocurre con las versiones en polvo o pastillas".
El cultivo de la microalga se lleva a cabo en tanques artificiales con temperaturas controladas entre 20 y 35 grados, permitiendo un crecimiento acelerado, duplicándose cada tres días. Este método de producción ha demostrado ser altamente eficiente, requiriendo 70 millones de litros menos de agua en comparación con la misma cantidad de proteína obtenida de la carne de cordero. Además, la espirulina tiene una eficiencia energética 150 veces superior y emite menos CO₂, lo que lo convierte en un alimento respetuoso con el medio ambiente.