Así es el lujoso hotel en el que se aloja Sánchez en Tánger: precio de habitación por noche
El presidente del Gobierno en funciones se desplazó este jueves desde Marrakech para continuar sus vacaciones junto a su familia.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, continúa de vacaciones en Marruecos. La noticia saltó el pasado martes, cuando, tras unos días de descanso tras las elecciones del pasado 23 de julio, escogió al país del norte de África como destino para desconectar junto a su familia.
El candidato socialista ha estado estos días en Marrakech y, desde este jueves, se ha trasladado a Tánger.
El diario marroquí Le360 ha informado de que el líder socialista abandonó Marrakech este jueves para continuar su viaje en Tánger, donde se hospeda junto a su familia en el hotel Le Mirage, en Ashkar, cerca de la Cueva de Hércules.
Previsiblemente Sánchez se quedará en Tánger durante dos días, en los que visitará la antigua ciudad y recorrerá sus monumentos históricos más importantes, y después continuará sus vacaciones marroquíes en las ciudades de Chefchaouen y Tetuán, desde donde regresará a España.
Un hotel de lujo que ya visitaron Felipe González y Zapatero
No se sabe si por recomendación o por las reseñas en Google, el presidente del Gobierno en funciones ha escogido el hotel Le Mirage, un resort de lujo a orillas del Atlántico.
Sus instalaciones, situadas a 20 minutos del aeropuerto internacional, cuentan con unos ocho kilómetros del Royale Golf Club y también tiene 45 bungalows de lujo.
"En las terrazas, antiguas blancas balaustradas le separan del interminable océano verde mar. La vista se extiende hasta el infinito, abrazando una tranquila y plateada playa de arena que los vientos han arrastrado hasta la costa de África", detalla el propio hotel en su página web.
En Le Mirage también se alojaron los otros expresidentes del Gobierno socialistas, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero.
En el caso de tratar de hacerse con una noche en el resort, el precio oscila los 1.400 euros, tasas incluidas. Algo que convierte el complejo marroquí en un enclave perfecto en el que Sánchez puede perderse y recargar las pilas antes de los días tensos de negociaciones que el esperan a la vuelta para tratar de evitar una repetición electoral.