Una joya para los amantes de los animales: este pueblo de Galicia tiene casi uno por habitante

Una joya para los amantes de los animales: este pueblo de Galicia tiene casi uno por habitante

Desde perros y gatos, hasta aves y hurones.

Un perro y un gato acurrucados en un sofáGetty Images

Galicia es conocida por su impresionante paisaje natural de costas escarpadas y verdes montañas, además de por su rica herencia cultural y gastronómica. Gracias a sus bajas temperaturas, se consolida como uno de los mejores destinos nacionales para todos aquellos que quieran huir del sofocante calor del verano. Sin embargo, una faceta que no mucha gente conoce es que Galicia también es un paraíso para todos aquellos amantes de los animales.

Concretamente, hay una zona que llama la atención sobre el resto por una curiosa estadística. Se trata de Abegondo, el pueblo que tienen más animales en toda la comarca, hay uno por cada 1,5 habitantes. Tal y como recoge La Opinión A Coruña, este municipio cuenta con 5.534 ciudadanos censados y 3.555 mascotas registradas. Es decir, tan solo hay poco más de dos mil personas más que amigos peludos.

Este singular balance refleja la profunda conexión de los habitantes de Abegondo con la naturaleza y los animales. Este pintoresco pueblo de la provincia de A Coruña considera mascota a perros, gatos, aves y hurones. De hecho, estos últimos son especialmente populares entre los residentes, llegando a contabilizar hasta 65 de estos pequeños mamíferos.

El Rexistro Galego de Identificación de Animais de Compañía (REGIAC) también contabiliza como animales de compañía aquellos considerados exóticos, como serpientes, iguanas, tortugas y demás especies. Así como también se incluyen los animales de granja, como vacas, ovejas y cerdos, esenciales para la ganadería local.

Una provincia muy animalista

Otro pueblo que también es un gran amante de los animales es Bergondo, situado en A Coruña, que cuenta con 3.225 mascotas para sus 6.892 habitantes. Una cifra algo más holgada que la de Abegondo, pero que no deja de ser poco más de dos vecinos por cada animal. De cerca le sigue Carral, con una proporción de 2,7 personas por mascota.

Por ello, A Coruña se consolida como un ejemplo admirable de cómo un equilibrio entre la población humana y animal puede contribuir al bienestar y la prosperidad de una comunidad. Esta zona de Galicia demuestra que la convivencia respetuosa con la naturaleza no solo es posible, sino también beneficiosa para todos sus habitantes, contribuyendo a una mayor calidad de vida.