Ésta es la flor que atrae a las avispas a tu casa como imanes
No es recomendable ni plantarlas cerca ni tocarlas.
La historia del medio centenar de especies de orquídeas que existen en Dinamarca no puede ser más curiosa. Todas ellas están protegidas por ley, así que si tienes la suerte de viajar a ese maravilloso, bonito y ordenado país, no caigas en la tentación de arrancar ninguna orquídea, ya que, si te fas una vuelta por el campo o por algún parque, comprobarás que, en algunas zonas, puedes crecer hasta en los lugares menos esperados, en medio de hierbajos o malas hierbas.
Lo cierto es los daneses cuentan que la mayoría de las exóticas especies con las que cuentan no son fáciles de ver. La más común, en cambio, es la llamada eléboro del bosque. Ésta especie sí puede verse en bosques caducifolios, normalmente a lo largo de los caminos forestales. También, como decía, aparecen parques, parterres o debajo de los setos que rodean muchas casas. La cuestión a la que vamos es que esta clase de orquídea es un auténtico manjar para las avispas. Allí donde hay eléboros del bosque aparecen estos temidos insectos.
Esta orquídea tiene, en su parte inferior del tallo, hojas en forma de huevo y arqueadas, y, en la parte superior, muchas flores pequeñas y, generalmente verdes, a lo largo de la espiga, aunque también se puede ver e su parte central otros colores, como el amarillo, blanco o rosa. Y la parte interna de la flor tiene una zona con forma de cuenco, que es el lugar en el que se encuentra el néctar. Es decir, el manjar que buscan las avispas.
Lo curioso es que, si las observas bien, ves que es como si te metieran a tomarse algo en un bar y salieran con una copa de más. Porque cuando salen de la flor van como haciendo eses en el aire. Y es que el néctar es alcohólico, y al posarse en la siguiente flor deja en ella parte del polvo amarillo del néctar que se le quedó pegado en la anterior. Cuando tiempo después las semillas maduras estallan salen volando para arraigar en otros lugares donde nacerá una nueva flor. Aunque, para que esto ocurra, y germine, es necesario que en ese lugar existan unas especies concretas de hongos en el suelo que acojan a la diminuta semilla.
Así que, ya saben que la belleza de estas orquídeas danesas, se mira en plena naturaleza, pero no se toca. Además, si está rodeada de avispas, casi mejor, para su propia protección de tanto seres humanos coleccionadores de cosas bellas, que no se conforman con observarlas en su lugar natural.