Diez manías de los humanos que los perros odian
Y seguro que no tenías ni idea de alguna de ellas.
Tener un perro implica muchas responsabilidades, aunque también mucha satisfacción y cariño. Pero es importante saber qué cosas les encanta y cuáles odian, porque así la relación mejorará y su comportamiento será el idóneo.
Manías que las mascotas odian
1. Bañarse. A la mayoría de los perros no les gusta bañarse, aunque siempre hay excepciones. Pero, además, limpiarles en exceso no es beneficioso para ellos. La frecuencia idónea es una vez al mes, aunque si se reboza en un charco, no quedará otra remedio.
2. Ropa innecesaria. Normalmente no les suele gustar que se les vista o se les disfrace, aunque hay algunos perros muy frioleros que lo agradecen. A algunos les resulta incómodo y se niegan a andar, e incluso puede afectarles a nivel emocional.
3. Ruidos y olores fuertes. Los animales tienen el oído y el olfato mucho más desarrollado que los humanos, así que no se sienten cómodos si están expuestos a ruidos altos y olores fuertes. Los fuegos artificiales y los petardos o las motos son algunos de los ruidos que les asustan.
4. Miradas fijas. A los perros no les suele gustar que se les mire fijamente. De hecho, su respuesta automática suele ser apartar la mirada o, incluso, gruñir. Ellos entienden este gesto como un reto, así que puede generarles comportamientos agresivos.
5. Exceso de cariño. Aunque la mayoría de dueños les demuestran a diario a sus mascotas el cariño que les tienen, es importante no pasarse. Un exceso de besos y abrazos puede incomodarles, además de confundirles.
6. Dejarles solos en casa. A diferencia de los gatos, a los perros les gusta mucho la compañía de sus dueños. No les agrada mucho que sus dueños les dejen solos en casa para ir a trabajar o hacer la compra. Y algunos de ellos muestran su disconformidad ladrando o llorando cuando se cierra la puerta.
7. Paseos con prisas. Los perros necesitan salir a la calle, además de para hacer sus necesidades, para desfogarse. Necesitan relacionarse con otros canes, olisquear todos los rincones e ir marcando territorio. Así que no están conformes cuando un paseo es demasiado corto.
8. Falta de rutinas. A esos animales les encantan las rutinas, de hecho, saben a qué hora les toca pasear o comer. Llevar un orden les aporta tranquilidad y seguridad, así que no ofrecerle una rutina puede afectar a su bienestar. Además, podría provocar comportamientos indeseados.
9. No utilizar lenguaje corporal. Los perros no entienden nuestro idioma, eso es un hecho. Así que su única forma de saber qué es lo que sus dueños quieren decir es el lenguaje corporal. Los gestos y el tono de voz son la clave que ellos tienen para poder saber qué hacen los humanos.
10. Las regañinas. Como los perros no comprenden el lenguaje oral, tampoco entienden cuándo su dueño está enfadado. Así que echarles la bronca o gritarles no va a servir de nada. Lo que hay que hacer es intentar cambiar su conducta haciéndoles entender que lo que han hecho no está bien.