Sin mujeres, no habrá paz en Siria
En 2011, unas 2000 mujeres sirias bloquearon una carretera principal del noreste de Siria para exigir la liberación de cientos de presos. Este año, 470 mujeres de la ciudad de Zabadani arriesgaron su vida para reclamar el fin de los ataques. La ONU ha reconocido su papel decisivo para el proceso de paz y, aun así, no se les da ni voz ni voto.
Cuando las mujeres sirias intentaron participar en la primera ronda de las conferencias de paz de Ginebra en 2013, se les dio la espalda. Al año siguiente, unos 35 países hicieron declaraciones posteriores a las conferencias de paz y, una vez más, las mujeres de Siria no tuvieron ni voz ni voto. Estas situaciones ya son demasiado familiares para estas mujeres, que resultan decisivas para el proceso de paz en Siria al ser quienes soportan el desproporcionado impacto de la guerra civil siria y la brutalidad por parte de grupos como Daesh.
Al mismo tiempo que personas y organizaciones de todo el mundo se suman a 16 Días de activismo contra la violencia de género, los activistas sirios e internacionales cada vez exigen con más vehemencia a los líderes mundiales que manifiesten su compromiso para apoyar a la construcción de la paz por las mujeres sirias: un compromiso que se formalizó hace 15 años con la promulgación de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Esta importante resolución hacía hincapié en el papel crucial que desempeñan las mujeres en la construcción de la paz y exigía la participación igualitaria de las mujeres en asuntos de paz y de seguridad, pero estas buenas intenciones no se materializaron en forma de apoyo a las mujeres sirias o a sus homólogas del resto del mundo.
Las mujeres sirias son un ejemplo excelente, ya que tratan de construir la paz de una manera sostenible y no violenta, incluso aunque continúen los conflictos.
En el año 2011, unos 2000 mujeres y niños sirios bloquearon una carretera principal del noreste de Siria para exigir la liberación de cientos de presos.
Este año, 470 mujeres sirias de la ciudad de Zabadani arriesgaron su vida para firmar públicamente una declaración en la que exigían al Ejército sirio y a los grupos militares Hezbollah y Ahar a-Sham que detuvieran los ataques.
Las mujeres del campamento para desplazados internos Atmeh de Siria encabezaron una exitosa campaña para el control de las pequeñas armas tras una discusión que tuvo lugar en el campamento y que causó la muerte de varios civiles.
Las mujeres sirias se esfuerzan por proporcionar los cuidados médicos y los alimentos esenciales a la población y han habilitado lugares seguros para las mujeres y los niños. Algunas de las que viven en el territorio controlado por ISIS han llegado incluso a negociar la apertura de escuelas temporales para los niños a los que se negó la educación desde que comenzó la guerra.
Las organizaciones de mujeres sirias como la Iniciativa de Mujeres Sirias por la Paz y la Democracia se movilizan más allá de las fronteras para crear un objetivo común que consista en alcanzar la paz. Se necesita urgentemente que aumente el apoyo a estos esfuerzos por lograr la paz. El informe de la fundación Badael también indicaba que "la falta de financiación era el factor que, según señalaban la mayoría de los activistas, estaba teniendo un impacto negativo en su capacidad para desempeñar actividades por la paz". El hecho de que haya muchos grupos de mujeres que no están registrados es la causa de que muchos de los donantes se echen para atrás.
La comprensión de las necesidades de su comunidad y la experiencia a la hora de liderar actividades no violentas para conseguir la paz son las características que convierten a las mujeres sirias en una parte esencial del proceso de paz. ¿Cómo es posible que alguien pueda justificar el haberlas excluido de las conferencias de paz o el haberles negado el apoyo que tan urgentemente necesitan para continuar luchando?
Las mujeres no son las únicas que luchan por lograr la paz en Siria, pero no se alcanzará la paz si continúan excluidas. Si se llegara a un acuerdo sin incluir por completo a las mujeres, a los civiles y a los jóvenes, solo se conseguiría alcanzar una paz frágil. Una paz que no sería sostenible ni se responsabilizaría de las necesidades de los civiles más afectados por la masacre que aún tiene lugar en Siria.
Este artículo es parte de una serie producida por 'The Huffington Post' y los miembros de la Campaña Internacional para poner Fin a la Violación y a la Violencia de Género en Situaciones de Conflicto en colaboración con 16 días de Activismo contra la Violencia de Género. Para leer más sobre el activismo y la violencia sexual en situación de conflicto, haz clic aquí. Para leer los demás artículos de la serie (en inglés), haz clic aquí.
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero