Una vez más surgirá en este caso el debate sobre hasta qué punto el severo impacto de Sandy tiene o no que ver con el cambio climático causado por el ser humano. Se trata de un debate interesante, pero estéril. Tal vez Sandy ponga el cambio climático en la agenda de la campaña presidencial americana, en la que estaba ausente.
Coincide Sandy en el tiempo con unas declaraciones en el Congreso de los Diputados, recogidas por el diario La Vanguardia, del secretario de estado de Medio Ambiente del Gobierno de España, Federico Ramos, en las que pone en cuestión la solidez científica del cambio climático. Por más que estas declaraciones causen sonrojo e indignación, a nadie deben sorprender. Al fin y al cabo son coherentes con la política respecto al cambio climático del Partido Popular, que delineó detalladamente la FAES.
De hecho, ese cuestionamiento de las causas del cambio climático lo realiza un alto cargo de lo que un día fue el ministerio de Medio Ambiente, hoy en estado de derribo por falta de interés político. Es a su vez una prolongación de aquella sonrojante declaración de Rajoy sobre las dudas de su primo respecto a la cuestión climática. Baste recordar para zanjar la polémica que el Panel Científico de Naciones Unidas sobre cambio climático (IPCC) calificó ya en 2007 de "inequivoco" el impacto del hombre sobre el clima.
Pero Sandy es un nuevo evento climático extremo, y así lo reconocen todos los responsables de los distintos servicios gravemente afectados en la ciudad de Nueva York. Y ya van... Una vez más surgirá en este caso el debate sobre hasta qué punto el severo impacto de Sandy tiene o no que ver con el cambio climático causado por el ser humano. Se trata de un debate interesante, pero estéril: la cuestión no es si cada uno de estos sucesos tienen que ver o no con la acción humana, sino el hecho de que se está produciendo un aumento progresivo y constante de los mismos, en una tendencia de la que desgraciadamente sí cabe hacer una lectura que los vincula con el cambio climático antropogénico.
Tal vez Sandy ponga el cambio climático en la agenda de la campaña presidencial americana, en la que estaba ausente. Si es así, tanta desgracia como ha traído la tormenta tropical, avivará un debate que parecía mortecino en esta campaña. En Estados Unidos los think-tanks conservadores alimentan el discurso negacionista del cambio climático, pero tampoco Obama en este tiempo ha sido capaz de tomar medidas significativas de reducción de emisiones contaminantes.
El cambio climático y sus dramáticas consecuencias están cada vez más presentes en nuestro día a día, y sin embargo cada vez más abajo en la agenda política.
Juantxo López de Uralde nació en Donostia en 1963 y ha dedicado su vida a la defensa y estudio del medio ambiente. Desde mayo del 2001 hasta 2010 ocupó el puesto de Director Ejecutivo de Greenpeace España. Ha navegado en los barcos de Greenpeace, y participado en muchas de sus campañas más conocidas. Es autor de diversos estudios y de varios libros, el último 'El Planeta de los estúpidos'. Actualmente es diputado de Unidas Podemos por Álava y presidente de la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico