Somos inclusivos pero solo por escrito
¿Quién no encuentra diariamente formas de lenguaje inclusivo en redes sociales, emails, artículos e incluso en carteles de todo tipo de establecimientos?
Lo más común es usar la "x" o la arroba para que todos se sientan incluidos. La "x", que recuerda a las incógnitas de las ecuaciones de matemáticas, se puede considerar más inclusiva porque, seas como seas, una incógnita que hay que despejar te debería representar. Por otro lado, la arroba, mezcla de "o" y "a", se basa más en el binarismo hombre/mujer.
Pero no solo he visto "x" o "@", también he encontrado asteriscos -en el libro A la conquista del cuerpo equivocado del activista y escritor Miquel Missé- e incluso corazoncitos.
Creo que es un avance para que el uso del lenguaje no siga sosteniendo las estructuras mentales de hacer de lo masculino el género por defecto. Y es importante aclarar, para los que no se atreven a declararse feministas, que esto no significa hacer de lo masculino "el defecto" (valga el juego de palabras).
Pero con todas estas iniciativas siempre me surge la misma pregunta:
¿Cómo se pronuncia?
¿Queremos ser solo inclusivos mientras escribimos? Estas iniciativas son útiles pero no del todo valientes. Y no estoy llamando cobardes a los que las hacen, de hecho he nombrado a Miquel Missé, uno de los pensadores más valientes que conozco.
El proponer una alternativa pronunciable siempre se encuentra con muchos problemas: ¿Qué van a pensar los que lo lean? ¿Pensarán que me he vuelto un loco radical que quiere echar abajo la RAE? ¿Quién soy yo para enfrentarme a lo que dice la RAE?
Pero recordemos que la RAE es una estructura hegemónica que solo sirve para mantener el status quo y raramente propondrán un cambio que implique una ruptura de esa hegemonía; los cambios que impulsarán vendrán de un uso mayoritario y nunca de la búsqueda de un cambio social. Quede claro que tampoco creo que esto último deba ser la función de la RAE.
Si lo que preocupa es no seguir las reglas de la RAE, todas las posibilidades impronunciables son igualmente rechazadas.
La posibilidad que se va imponiendo muy poco a poco, y más en países como Argentina y en grupos de activismo LGTBI+, es la "e".
Pero yo, que era muy buen alumno y me aprendí bien las reglas de gramática y ortografía, cuando lo oigo, se me activa una alarma en el cerebro. ¿Cómo voy a cambiar mi forma de hablar? No resulta fácil y suena extraño porque, todavía, solo lo hacen los que reivindican su no binarismo de género y sus aliados.
Pero es precisamente esta gente la que provoca un cambio mayor; cada vez hay más personas que son de género no binario, que no conforman con los géneros establecidos masculino y femenino. Todas estas personas merecen un respeto desde el punto de vista del lenguaje que por ahora no tienen. ¿Por qué existe solo el masculino y el femenino? Es necesario un género neutro. La "e" es una de las mejores soluciones que se proponen y una forma de incluir a todas las personas no binarias o de género fluido.
Además, de esta forma, la reivindicación feminista de que la norma del plural deje de ser el masculino, sería también solucionada. ¿No es más sencillo el género neutro por defecto que no estar contando si hay más mujeres o más hombres en un plural? Es más, ¿qué pasa si es un plural en el que no sabes el número de hombres y mujeres? Por no entrar en: ¿Cómo se distingue un hombre de una mujer?
A partir de aquí voy a hacer un ejercicio en el que voy a volver a escribir este artículo con lenguaje inclusivo usando el género neutro -e, de esta forma nos daremos cuenta de lo poco que cambiaría. Es la primera vez que hago este ejercicio en un texto y he dudado en muchas palabras (sobre todo en la frase que he dejado en negrita) pero, ¿quién dijo que sería fácil?
Ahí va:
¿Quién no encuentra diariamente formas de lenguaje inclusivo en redes sociales, emails, artículos e incluso en carteles de todo tipo de establecimientos?
Lo más común es usar la "x" o la arroba para que todes se sientan incluides. La "x", que recuerda a las incógnitas de las ecuaciones de matemáticas, se puede considerar más inclusiva porque, seas como seas, una incógnita que hay que despejar te debería representar. Por otro lado, la arroba, mezcla de "o" y "a", se basa más en el binarismo hombre/mujer.
Pero no solo he visto "x" o "@", también he encontrado asteriscos -en el libro A la conquista del cuerpo equivocado del activista y escritor Miquel Missé- e incluso corazoncitos.
Creo que es un avance para que el uso del lenguaje no siga sosteniendo las estructuras mentales de hacer de lo masculino el género por defecto. Y es importante aclarar, para les que no se atreven a declararse feministas, que esto no significa hacer de lo masculino "el defecto" (valga el juego de palabras).
Pero con todas estas iniciativas siempre me surge la misma pregunta: ¿CÓMO SE PRONUNCIA?
¿Queremos ser solo inclusives mientras escribimos? Estas iniciativas son útiles pero no del todo valientes. Y no estoy llamando cobardes a les que las hacen, de hecho he nombrado a Miquel Missé, uno de los pensadores más valientes que conozco.
El proponer una alternativa pronunciable siempre se encuentra con muchos problemas: ¿Qué van a pensar les que lo lean? ¿Pensarán que me he vuelto un loco radical que quiere echar abajo la RAE? ¿Quién soy yo para enfrentarme a lo que dice la RAE?
Pero recordemos que la RAE es una estructura hegemónica que solo sirve para mantener el status quo y raramente propondrán un cambio que implique una ruptura de esa hegemonía; los cambios que impulsarán vendrán de un uso mayoritario y nunca de la búsqueda de un cambio social. Quede claro que tampoco creo que esto último deba ser la función de la RAE.
Si lo que preocupa es no seguir las reglas de la RAE, todas las posibilidades impronunciables son igualmente rechazadas.
La posibilidad que se va imponiendo muy poco a poco, y más en países como Argentina y en grupos de activismo LGTBI+, es la "e".
Pero yo, que era muy buen alumno y me aprendí bien las reglas de gramática y ortografía, cuando lo oigo, se me activa una alarma en el cerebro. ¿Cómo voy a cambiar mi forma de hablar? No resulta fácil y suena extraño porque, todavía, solo lo hacen les que reivindican su no binarismo de género y sus aliades.
Pero es precisamente esta gente la que provoca un cambio mayor; cada vez hay más personas que son de género no binario, que no conforman con los géneros establecidos masculino y femenino. Todas estas personas merecen un respeto desde el punto de vista del lenguaje que por ahora no tienen. ¿Por qué existe solo el masculino y el femenino? Es necesario un género neutro. La "e" es una de las mejores soluciones que se proponen y una forma de incluir a todas las personas no binarias o de género fluido.
Además, de esta forma, la reivindicación feminista de que la norma del plural deje de ser el masculino, sería también solucionada. ¿No es más sencillo el género neutro por defecto que no estar contando si hay más mujeres o más hombres en un plural? Es más, ¿qué pasa si es un plural en el que no sabes el número de hombres y mujeres? Por no entrar en: ¿Cómo se distingue un hombre de una mujer?
(8 géneros neutros en 596 palabras)