¿Realmente se duerme peor las noches de luna llena?
Con la luna llena constataron que los individuos necesitaban un poco más de tiempo para dormirse; concretamente, cinco minutos más. El tiempo de sueño global se reducía 20 minutos. No obstante, lo que más les sorprendió fue que la fase de sueño profundo, considerada la más reparadora, disminuía un 30% en este período.
Quizá formes parte de ese grupo de personas que, aunque no vieron la superluna del pasado 14 de noviembre, sintieron sus efectos y pasaron una noche menos buena de lo normal.
¿Es verdad eso de que la luna llena perturba el sueño? Algunos estudios así lo demuestran. Pero no, no pienses que las noches de plenilunio puedes convertirte en hombre lobo.
Varios investigadores de la Universidad de Basilea han estudiado la influencia de los ciclos lunares en nuestro sueño. Para ello, utilizaron a dos grupos de voluntarios. Un primer panel de nueve mujeres y ocho hombres jóvenes, de entre 20 y 31 años, y un segundo panel de mayor edad, de entre 57 y 74 años, compuesto por ocho hombres y ocho mujeres.
Las personas fueron situadas en condiciones idénticas: en habitaciones oscuras y sin conocer el objetivo del estudio, al igual que los investigadores responsables. Las pruebas se prolongaron varios días sin que recibieran información sobre el ciclo lunar en el instante en que se tomaban mediciones.
Se registraron las diferentes fases de sueño de los individuos con un electroencefalograma (EEG), que medía su tasa de melatonina y de cortisol.
Con la luna llena constataron que los individuos necesitaban un poco más de tiempo para dormirse; concretamente, cinco minutos más. El tiempo de sueño global se reducía 20 minutos.
No obstante, lo que más les sorprendió fue que la fase de sueño profundo, considerada la más reparadora, disminuía un 30% en este período.
Del mismo modo, también se reducía la producción de melatonina, hormona implicada en la transición entre la vigilia y el sueño.
Más allá de los criterios objetivos, los individuos consideraban haber tenido un sueño de mucha menos calidad.
Esta influencia de la luna sobre el sueño se ha estudiado mucho, pero sobre todo en situaciones patológicas. También se ha demostrado que algunas manifestaciones epilépticas ocurrían los primeros días que seguían a la luna nueva.
El estudio suizo es el primero que analiza a personas sanas de diversas categorías de edad y que muestra una influencia de la luna llena. Pero, ¿cómo explicar esto? Ya se conoce la influencia de la luna sobre las mareas. De hecho, el 14 y el 15 de noviembre se vieron coeficientes de mareas elevados.
Sin embargo, la luna llena no hace variar las masas de agua de nuestro cuerpo, que representa el 60% del peso corporal.
Parece que en nuestro patrimonio genético guardamos el recuerdo de los ritmos circalunares, basados en los 29,5 días del ciclo del astro muerto que adquirimos con las primeras especies de la Tierra, que eran marinas. Cuando los animales salieron del agua y se pusieron a andar, estos mecanismos biológicos quedaron anclados en su patrimonio.
Este reloj circalunar estaría en parte sincronizado con nuestro reloj circadiano, el que rige nuestro ritmo vigilia-sueño.
Por tanto, puede que en función de ciertos criterios -que siguen siendo misteriosos- cada uno de nosotros desarrolle una sensibilidad particular a estas fases lunares y reaccione de una forma más o menos importante a las variaciones causadas.
¡Buena suerte con la próxima superluna!
Referencia del estudio: Christian Cajochen et al, 'Evidence that the lunar cycle influences human sleep Current Biology'. Agosto 5, 2013, 23:1485-1488
Este post fue publicado originalmente en la edición francesa de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del francés por Marina Velasco Serrano