Lo que el mundo le está enseñando a mi hijo de seis años sobre las tetas
¿Son ofensivas las tetas?
Mi hijo, como siempre, salió del colegio enterrado en una avalancha de libros y folios, con la cara manchada de comida, sonriendo de oreja a oreja y arrastrando el jersey por el suelo. Entre las manos —aún más sucias, por cierto—, llevaba un retrato arrugado de mí y de mi pareja. No suele dibujar muy a menudo. Me lo dio entre tímido y orgulloso y se me derritió el corazón. En el dibujo, el hombre era alto y tenía unas gafas grandes y redondas. ¿Y yo? Yo salía con pelo largo, piel roja y una sonrisa. Nos reímos juntos. Era una obra de arte digna de ser expuesta en la puerta del frigorífico. De camino a casa, en el coche, se me quedó mirando y me dijo:
"Hoy he hecho una cosa fea".
Le pedí que me siguiera contando qué había pasado, esperando oír que le habían llamado la atención por hablar demasiado en clase, que le habían visto lamiendo las paredes... Lo típico. Me dijo muy triste que había tenido que repetir el dibujo.
"¿Por qué?".
"Porque la primera vez te dibujé con tetas y la seño me regañó".
Y se echó a llorar. Este pequeño granuja es muchas cosas y encuentra un montón de formas de hacer travesuras. UN MONTÓN. Pero esa no era una de ellas. Estaba confundido de verdad sobre por qué dibujar la anatomía de su mami estaba mal. El hombre aparecía con barba y supongo que una de las características que más le llaman la atención de mi cuerpo son mis pechos (chúpate esa, Pamela Anderson). Hablando, le expliqué que su profesora pensaba que dibujar tetas era una cosa fea. "Grosería" u "ofensivo" aún no constan en su vocabulario. Me costó encontrar las palabras para explicarle lo que significa "aceptable". Me respondió que no le había dibujado a Stu (mi pareja) la colita porque son sus partes íntimas, pero que las tetas son para dar leche y las mamás tienen tetas. Entonces me preguntó si dar leche estaba feo. Lo avergonzado que se sentía en su inocencia casi me hizo llorar también.
"Claro que no está feo, cariño". Aunque seguro que hay gente que discrepa.
¿Qué les estamos enseñando a los niños sobre el cuerpo humano?
El mundo entero y la sociedad son un caos de mensajes contradictorios. Quiero que mi hijo no se avergüence de su cuerpo y que respete el cuerpo de los demás y su privacidad, pero no existe un manual de instrucciones para inculcarle eso a los hijos.
La semana pasada, creó un personaje en la Wii al que llamó con todo su cariño "Mami gorda". Estaba siendo descriptivo, no trataba de ser ofensivo, pero tuvimos una charla sobre cómo me había sentado que me dijera eso, aunque su intención no fuera hacerme daño. El otro día, se quitó las gafas porque "le hacían feo". Se me revolvieron las tripas. Le dije que nadie es feo y le expliqué lo increíbles que eran las gafas porque le ayudaban a ver.
'Feo' es una palabra demasiado fea para que la entienda un niño de seis años
Le pusimos pegatinas y se rio. Es asombroso y estremecedor presenciar las opiniones de un niño y ver cómo se constituyen sus procesos de pensamiento sabiendo que la mayor parte de la responsabilidad es tuya. No pude cuidar de un cactus, de modo que criar y estructurar a una persona es un reto que me aterra.
Tu cuerpo solo te pertenece a ti
Cuando era niña, solo teníamos un baño en casa, así que solía entrar aunque mi madre estuviera en la bañera. Aún lo sigo haciendo cuando estoy ahí. Pobre mujer, nunca ha tenido ni un poco de intimidad. Pero no recuerdo en qué momento dejó de hacerlo mi hermano. ¿A los ocho? Quizás antes. Ni puritana ni liberal, mi madre nos dejaba jugar con el agua en ropa interior y nunca nos gritaba aunque entráramos a su cuarto cuando estaba medio desnuda.
¿A qué edad empieza a ser inapropiado ducharte o bañarte con tu hijo? ¿A los dos? ¿Cinco? ¿Siete? ¿Nunca?
Es una decisión personal, así que hay muchas respuestas diferentes. Yo amamanté a mi hijo durante unos meses, me bañé con él hasta que tenía tres años y sigue entrando a mi cuarto cuando estoy medio desnuda para charlar sobre sus juguetes Lego, sobre los dinosaurios o sobre cómo se limpia un astronauta después de estornudar. No tenemos pestillos en las puertas de casa, pero si están cerradas intentamos enseñarle que no debe entrar. La mayoría de las fronteras que tenemos en casa las hemos establecido de forma natural. Antes era una madre soltera y no necesitábamos trazar límites porque no había nadie para supervisarlo mientras me duchaba. Ahorraba tiempo teniéndolo conmigo, pero dejé de bañarme con él cuando empezó a crear submarinos marrones en la bañera. Era un buen momento para empezar a inculcarle la privacidad.
¿Qué es ESO, mami?
Es normal que los niños sientan curiosidad por las partes del cuerpo y por los nombres de esas partes, así como por las diferencias anatómicas entre los hombres y las mujeres. Cuando tus hijos te pregunten, que no te dé vergüenza, acepta la curiosidad natural de un niño. El modo en que le respondas dependerá de lo cómodos que os sintáis tú y tus hijos con vuestros cuerpos. Hay una GRAN diferencia entre ser humilde con tu cuerpo y estar disconforme. A los tres años, empezamos a enseñarle a mi hijo que su colita era su parte íntima. Cuando el otro día me vio en bikini, se rio y me preguntó si podía darme un beso en el culo. Le dije que no, pero le expliqué por qué. La respuesta seguía siendo que no, pero una respuesta cargada de ternura y razones ayuda a mi hijo a entender que tiene que hacer caso de mi decisión. Además, al explicarle que prefería que me diera el beso en la mejilla, le tranquilicé.
Diles a tus hijos que son preciosos, enséñales a respetar sus propios cuerpos, el tuyo y el de los demás y no les regañes por dibujarte con tetas. En lugar de eso, explícales por qué son una parte natural del cuerpo que sirve para dar leche a los bebés, pero que también son una parte íntima del cuerpo de la mujer. De ahí puedes pasar a conversaciones sobre la privacidad de las personas y los límites. Son conversaciones necesarias. No podemos decirles que algo está mal y no explicarles por qué. Hay que ser abiertos de mente. Si a los seis años conseguimos que nuestros hijos se avergüencen de su cuerpo, ¿qué pasará cuando tengan dieciséis?
¿Qué dibujan tus hijos cuando te ven? ¿Cómo les inculcas la autoestima y los límites? ¿Crees que hay una edad a partir de la cual tus hijos no deberían verte sin ropa? ¿Depende esa respuesta de su sexo? Puedes expresar tu opinión en los comentarios.
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Este post fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.