Llenando el mundo de exparados españoles
No pretendo venderle a nadie la moto de que en el extranjero todo es jauja. No es mi intención decir que en España no hay futuro, pero hoy por hoy no hay trabajo, y a largo plazo, ya lo dijo Keynes, todos muertos.
Preguntado sobre su opinión con repecto a la guerra de las Malvinas, Jorge Luis Borges respondió que se trataba de la pelea de dos calvos por un peine.
Me gustaría antes de nada dar las gracias a todos los lectores de mi primer post, incluyendo al Sr F. Jódar, que me cita en la última entrada de su blog. Permítaseme sin embargo aclarar antes de continuar que ni el Sr F. Jódar ni ningún otro visitante desconocido, por muy español que este sea, tiene asegurado alojamiento en mi casa, que nadie se lleve a engaño. Si alguien que no conozco ha respondido al efecto llamada que mi artículo intenta producir y se pasa por Quatre Bornes, donde resido con mi pareja, prometemos invitarle a una phoenix, el equivalente de una caña por estos lares, pero no a mucho más. Si el hipotético inmigrante español que haya respondido a mi -¿irresponsable?- llamada está ya en camino, sírvale de consuelo saber que si se encuentra con una mano delante y otra detrás en Mauricio por lo menos no pasará frío.
Me resulta muy curioso que en su post, titulado No llenemos el mundo de parados españoles (el Sr F. Jódar no especifica si quiere que se queden en su casa o en la de sus padres) anima sin embargo a los jóvenes Erasmus españoles en Polonia a aprender el polaco para poder encontrar empleo allí, armados de una serie de consejos que el propio autor no duda en calificar como obviedades y sobretodo de mucha suerte. Pero si nos dedicamos a meterles miedo a esos jóvenes dudo mucho que nos hagan caso nunca a ninguno de los dos.
No pretendo venderle a nadie la moto de que en el extranjero todo es jauja. Lo sé muy bien: en poco más de un año he vivido en tres continentes distintos y en Singapur busqué trabajo sin lograrlo. Ciertamente no es oro todo lo que reluce en Mauricio, donde los extranjeros deben en principio lograr un empleo con un salario mínimo de 30.000 rupias (unos 750 euros al mes) para obtener un permiso de trabajo. Con un salario medio inferior a 15.000 rupias, desgraciadamente esto no está al alcance de cualquiera, pero puede muy bien estarlo para un Javier del Rey, de 24 años. Eso sí, a Javier le diría que antes de que coja el primer vuelo a Mauricio que busque trabajo en Suiza, por ejemplo. Los sueldos allí son mucho mejores que en España, los impuestos sobre las rentas del trabajo son casi tan bajos como en Mauricio, la tasa de paro es próxima a la NAIRU y sobretodo no necesitará permiso de trabajo ya que Suiza se integró en el área Schengen en diciembre de 2008. Y Javier: si Suiza no te convence infórmate bien de todas estas cosas antes de decidirte por otro destino, sea este Polonia o Mauricio.
En lo que respecta a mi persona, antes de irme a Suiza estuve buscando trabajo sin éxito en Barcelona y en Mallorca, donde tengo familia. Hice circular mi CV por toda España y en paralelo por el extranjero. Todos los medios son buenos: sitios web especializados, redes sociales, amigos, conocidos, saludados, cazatalentos, candidaturas espontáneas, etc. En el momento de irme a Suiza consideraba una posibilidad de trabajo en Sevilla, ciudad que adoro pero en donde no conozco a nadie y que está sin exageración alguna por mi parte más lejos de Barcelona que Neuchâtel, en donde ya había encontrado empleo. Y no lamento haber pasado por Suiza, entre otras cosas porque allí conocí a la maravillosa mujer con la que hoy comparto mi vida en Mauricio.
Si hay algo en lo que los parados españoles, F. Jódar y yo coincidimos es que un trabajo es mejor que ningún trabajo. No es mi intención decir que en España no hay futuro, pero hoy por hoy no hay trabajo, y a largo plazo, ya lo dijo Keynes, todos muertos. Y no pretendo dramatizar, pero para los Javieres de España cada año que pasan en el paro pesa como una losa. Si el Javier de turno tiene una buena idea de negocio, quizás pueda crear su propia empresa por menos de 100 euros al mes y quedarse en España como aseguraba el consultor Ariel Andrés Almada en una reciente entrevista. Si en cambio carece del talento o de la suerte necesarias, siempre le queda la opción más ordinaria de hacer como F. Jódar o como el autor de estas líneas, que no es otra que emigrar. Buena suerte en cualquier caso a Javier.