Haced acopio de papel higiénico... ¡Que viene la izquierda!
Poco antes de las elecciones griegas, un austericida recomendó a sus compatriotas que almacenaran provisiones de papel higiénico porque, según su teoría, Tsipras convertiría Grecia en otra Venezuela. ¿Os suena? Paradójicamente, resulta que cuando Tsipras llegó a la residencia oficial descubrió que sus anteriores habitantes se habían llevado hasta el jabón del baño.
Grecia ha traído al mundo la democracia y el teatro, y ahora nos está dando una nueva y fascinante síntesis de los dos: las alarmas dramáticas e histéricas de los defensores de la austeridad.
Frente al lento crecimiento y a la demoledora deuda, los líderes de la austeridad en democracias como Grecia, España, Francia, Reino Unido (y, hasta hace poco, Japón) recortaron en gastos de bienestar social y relajaron la regulación de los negocios.
Pero, con la expansión del desempleo -especialmente entre los jóvenes- y los inquietantes signos de una recesión renovada en muchos países, se está notando la resaca y la reacción de la gente. El pasado domingo, Grecia eligió como primer ministro a Alexis Tsipras, un hombre de 40 años y de izquierdas, que quiere renegociar los más de 240.000 millones de euros de deuda externa y al mismo tiempo aumentar los salarios y el gasto del gobierno.
En Grecia, en Europa y el todo el mundo, los austericidas están respondiendo a las propuestas de Tsipras con advertencias apocalípticas, muchas de ellas exageradas, cómicas, escandalosas o, simplemente, falsas.
Ésta es la guía del programa teatral que nos muestran (y los motivos por los que no hay que alarmarse), recopilados por redactores del HuffPost de diversas ediciones internacionales:
¡NO HABRÁ PAPEL HIGIÉNICO!
Poco antes de las elecciones griegas, un austericida recomendó a sus compatriotas que hicieran acopio de papel higiénico. Según su teoría, el equipo de Tsipras convertiría Grecia en otra Venezuela, famosa por la escasez y el racionamiento de los bienes de consumo, incluido -efectivamente- el papel higiénico.
Sin embargo, hasta ahora las crisis de papel higiénico han tendido a materializarse sólo cuando los austericidas han gobernado. Por ejemplo, fueron ellos quienes recortaron el uso de papel higiénico en los colegios de Cataluña.
Y cuando Tsipras se mudó a la residencia oficial, descubrió que la administración anterior se había llevado hasta los artículos de baño. "Se llevaron todo", dijo, y añadió: "Estuve buscando una hora el jabón". Eso sí, ni una palabra sobre el papel higiénico.
¡LOS ROJOS ESTÁN AQUÍ!
Desde la caída de la Unión Soviética y el ascenso de una China loca por hacer dinero, a los capitalistas europeos (por no hablar de los del resto del mundo) les ha resultado difícil meter miedo sobre el comunismo. Ahora, los austericidas tienen otro objetivo: demonizar a las fuerzas anti-austeridad.
A pesar de la profunda historia comunista en Grecia, el discurso antiguo no funcionó -quizás porque los austericidas no pudieron decidirse entre acusar a sus rivales de ser comunistas despiadadamente eficientes o académicos ingenuos e ineptos-. Por si sirve de ejemplo, en el gabinete de Tsipras se inclinan más por economistas y profesores idealistas.
¡QUE VIENE PUTIN!
Vale, estamos de acuerdo en que la Unión Soviética se acabó. Pero sigue estando Vladimir Putin y los rumores de que tiene una puerta abierta para inmiscuirse en los asuntos de Grecia y otros países que quieren escapar del pesado lastre de los préstamos de la Unión Europea y otras organizaciones internacionales de Occidente.
Sin embargo, especialmente tras el desplome de los precios del petróleo y el gas, Rusia no está en posición de ser un prestamista fácil para Grecia ni para ningún otro país al que Putin no haya enviado tanques. Hasta los cubanos perdieron la fe en los rusos y han estado recibiendo ayuda de Venezuela (y ahora la recibirán del Tío Sam, es decir, de Estados Unidos).
¡SE ACERCAN LOS NAZIS!
En Grecia, el partido de Tsipras encontró aliados, si no amigos, entre los ultranacionalistas de derecha que odian la excesiva carga de los préstamos extranjeros por motivos tribales más que económicos. Esto ha provocado que algunas personas sugieran que el movimiento anti-austeridad acabe trayendo de vuelta al poder a la extrema derecha.
No obstante, no hay que ser un fanático de derechas en Grecia para despreciar la idea de arrendar el Puerto de Pireo ateniense a China, que fue una de las propuestas austericidas para salvar Grecia.
Aunque hay signos de un resurgimiento de la derecha en Europa, el mensaje anti-austeridad de la izquierda no es el motivo. En concreto, en Francia hay muchos más factores que explican por qué la derecha está en auge (y por qué la mayoría de los votantes en Francia los rechazan). "Nuestro miedo es más contra la derecha", afirmó Anne Sinclair, directora de Le Huffington Post en París.
¡SE EXTIENDE LA EPIDEMIA GRIEGA!
Syriza tiene un homólogo español llamado Podemos, cuyo éxito demuestran los sondeos. Sus próximos retos serán las elecciones andaluzas el 22 de marzo y las municipales y autonómicas en el resto de España el 24 de mayo.
En cambio, conservadores y socialistas coinciden en insistir que "España no es Grecia", contaba Montserrat Domínguez, directora editorial de El Huffington Post, desde Madrid.
España no está tan profundamente endeudada como Grecia y los líderes españoles siguen confiando en que la economía crezca un 2% este año. Aseguran que crearán 800.000 puestos de trabajo y que reducirán el paro al 22%, lo cual sigue siendo triste (pero quizás suficiente para evitar el giro de Podemos).
Más allá de Europa, Japón abandonó la austeridad hace años y parece que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quiere hacer lo mismo ahora.
¡LA UE ESTÁ ACABADA!
Ya bajo presión, la Unión Europea es más vulnerable a los comentarios de un posible desmoronamiento (y de que Grecia podría ser la causa más próxima). Una teoría apunta a la salida de Grecia, lo que provocaría un efecto dominó. Otros sugieren que la UE acabará adoptando una postura indulgente, lo que provocaría un tipo diferente de efecto dominó con las mismas consecuencias.
Aun así, ambos escenarios exageran -o incluso ignoran- el pragmatismo y la astucia de los líderes e instituciones europeos. No en vano constituye el mayor bloque económico del mundo en la actualidad, que ha demostrado ser más duradero y exitoso de lo que predijeron muchos.
Tsipras ya ha señalado que gran parte de lo que quieren él y sus compatriotas es un asiento en la mesa desde donde se dirigen las negociaciones, así como más inversión (y no más préstamos) en Grecia.
¡ESTO ES EL CAOS, PERDEREMOS LA LIBERTAD!
En Reino Unido, el conservador David Cameron dijo que un gobierno laborista anti-austeridad llevaría al "caos" económico. Este mes, dio lugar a una imagen sin precedentes en la que se fotografió con cinco ministros tories del gabinete para advertir de los peligros de abandonar la austeridad, tal y como explica Mehdi Hassan, de la edición británica de The Huffington Post. Ofrecieron un dossier aparentemente oficial (pero no oficial) lleno de afirmaciones escabrosas sobre lo que harían los laboristas con la esencia de la vida británica.
Tales advertencias recordaron a otras predicciones nefastas similares que ocurrieron hace tiempo en una confrontación semejante. Cuando François Mitterrand encabezaba las listas de la izquierda en Francia en 1981, un miembro del partido conservador comentó que la victoria de Mitterrand conllevaría la entrada de tanques rusos a la Plaza de la Concordia, además de una era de represión en toda Francia.
Resulta que Mitterrand ganó y los tanques nunca llegaron. "Estuvimos riéndonos de eso durante años", recuerda Sinclair.
Ese mismo año, un buen amigo de Mitterrand, el socialista Andreas Papandreou, ganó las elecciones en Grecia. Se escucharon las mismas críticas que advertían de que la Guerra Fría se perdería porque Grecia -siempre pivotante y crucial- había caído en manos del Este.
Al final perdieron la Guerra Fría... eso sí, los rusos.
Anne Sinclair (Francia), Montserrat Domínguez (España), Mehdi Hasan (Reino Unido), Nikos Agouros (Grecia) y Kosuke Takahashi (Japón) han colaborado en la elaboración de este reportaje, publicado originalmente en 'The World Post' y traducido del inglés por Marina Velasco Serrano.