Zelenski da el paso para cruzar la línea roja sin retorno

Durante su discurso a la nación de este jueves, Volodimir Zelenski ha hecho una petición importante a los países occidentalesque llevan enviando ayuda militar desde el inicio de la invasión rusa. Pide que le permitan cruzar la línea roja sin retorno, o lo que es lo mismo, que le dejen atacar infraestructuras en territorio ruso.

Zelenski condenó los ataques rusos con misiles y bombas aéreas guiadas del jueves contra la región fronteriza de Járkov, que mataron a 7 civiles y fueron lanzados desde territorio ruso. Y los achacó al déficit en defensas aéreas que sufre Ucrania y a la prohibición de golpear territorio enemigo con su armamento que siguen imponiendo la mayoría de aliados de Kiev.

Según el presidente ucraniano, ataques como este son posibles porque "Ucrania aún tiene restricciones para defenderse". Zelenski lamenta que su ejército todavía no pueda "destruir" las "lanzaderas de misiles" con las que Rusia ataca a Ucrania desde el otro lado de la frontera debido a las restricciones de Occidente y a la falta de misiles de largo alcance.

"Todos los países percibirían las restricciones en la lucha contra el terror como equivocadas e injustas", añadió Zelenski en su discurso. Y concluyó diciendo que "la protección de la vida debe contar con todas las herramientas necesarias para derrotar de verdad a los terroristas", en referencia a Rusia.

EEUU, Francia y Reino Unido proporcionan misiles de largo alcance

El ejército ruso tiene misiles de largo alcance gracias al número limitado que les han enviado desde Estados Unidos, Francia y Reino Unido. Kiev los utiliza para destruir objetivos militares rusos en los territorios ocupados por Rusia. Sin embargo, la mayoría de los aliados les prohibieron utilizar el armamento proporcionado dentro de las fronteras rusas para evitar posibles represalias.

Reino Unido ya anunció recientemente su permiso para que Ucrania atacase el territorio enemigo con su armamento. Pero Estados Unidos, Francia y la mayor parte de los aliados ucranianos se mantienen firmes con la política del uso que Kiev puede hacer de su armamento militar.