La venganza de Putin con un expresidente obliga a Occidente a actuar

La venganza de Putin con un expresidente obliga a Occidente a actuar

La ley ha sido rechazada frontalmente por la Unión Europea.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, sonríe en una imagen de archivoGetty Images

El Parlamento de Georgia aprobó la pasada semana la polémica ley de agentes extranjeros, que se ha topado con numerosas protestas por parte de opositores y voces críticas, que consideran que simula una normativa ya existente en Rusia y que vulnera las libertades y derechos de los ciudadanos.

Durante el pleno, las calles de Tiflis, la capital del país, se llenaron de manifestantes contrarios una medida que, denuncian, aleja al país de la senda hacia la integración europea. De hecho, el Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell, ha alertado de que esa nueva normativa “repercute negativamente” a los avances de Georgia para adherirse a la Unión Europea.

Igualmente, la oficina de la ONU en Georgia se ha posicionado al respecto dejando claro que la ley “pone en peligro la libertad de expresión y de asamblea e impide el correcto desarrollo de las actividades de la sociedad civil y los medios de comunicación, que son los principales pilares de la democracia en Georgia”.

Tal y como recoge Europa Press, la normativa, llamada Ley de Transparencia de Influencia Extranjera, es similar a la legislación rusa de “agentes extranjeros” con la que Moscú marca a los críticos contra el Gobierno. La ley obliga a las organizaciones, los medios de comunicación y las entidades similares que reciban al menos un 20% de su financiación del exterior a registrarse como “agentes que defienden los intereses de fuerzas extranjeras”. En caso de no cumplir esa orden, se impondrán cuantiosas multas.

El primer ministro de Georgia, Irakli Kobajidze, aseguró poco después de la aprobación que esa ley de injerencia extranjera crea “sólidas garantías para garantizar la paz y la tranquilidad” a largo plazo en el país.

Veto de la presidenta de Georgia

Sin embargo, la presidenta de Georgia, Salome Zurabishvili, ha anunciado este fin de semana su veto a la ley: “Hoy he vetado la 'ley rusa'; una que, en esencia, contradice nuestra Constitución y todas las normas europeas y representa un obstáculo para el camino europeo”.

Este mismo lunes, la propia Zurabishvili ha argumentado su veto subrayando que la normativa viola al menos seis artículos de la Constitución de Georgia.

Por su parte, Mikheil Saakashvili, el prooccidental que fue presidente de Georgia tras la Revolución de las Rosas desde 2004 hasta 2007, y desde 2008 hasta 2013, ha concedido una entrevista a Newsweek en la que se ha mostrado muy crítico con la ley.

“Rusia quiere vengarse de la Revolución de las Rosas”

Saakashvili, quien se encuentra encarcelado desde 2021 por cargos que, según él, tienen motivaciones políticas, ha subrayado que “Rusia quiere vengarse de la Revolución de las Rosas, que fue la primera entre las 'revoluciones de color' y también precedió a la Primavera Árabe”.

“Al provocar protestas masivas y luego reprimirlas, quieren demostrar que los levantamientos democráticos pacíficos ya no son posibles en los alrededores de Rusia”, ha destacado el expresidente de Georgia.

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Por ello, Mikheil Saakashvili cree que Occidente está obligado a actuar ante lo ocurrido con la aprobación de la calificada como 'ley rusa'. El expresidente ha resaltado que “Occidente ha ignorado las señales de advertencia durante demasiado tiempo”, algo que “Moscú percibió como un signo de debilidad”.