Venezuela y España abren un nuevo capítulo en la crisis diplomática tras la detención de dos españoles en Caracas

Venezuela y España abren un nuevo capítulo en la crisis diplomática tras la detención de dos españoles en Caracas

La situación no mejora con el paso de las horas. Las amenazas de Caracas sobre una posible ruptura de las relaciones y las acusaciones vertidas contra el Gobierno tras la detención de dos españoles destemplan el ambiente entre ambos países.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.Europa Press via Getty Images

El tiempo no todo lo cura. Al menos en lo que se refiere a las relaciones diplomáticas entre Venezuela y España. Una semana después de que Edmundo González abandonara el país caribeño tras pedir asilo político al Gobierno de Pedro Sánchez, el clima de tensión ha ido en aumento.

Y eso que parecía que el régimen de Nicolás Maduro había acogida con los brazos abierto la marcha del candidato opositor venezolano a España, pero mucho ha cambiado la situación desde que el pasado martes asegurara que respetaba "la decisión que ha tomado".

Mientras, en España, el Partido Popular se enzarzaba con el PSOE por conceder el asilo político a Edmundo González y quitar "un problema a la dictadura". "Sánchez y los oficios corruptos de ZP (Zapatero) deberían ser parcos en autoalabanzas", criticó el vicesecretario de Internacional de los populares, Esteban González Pons.

El PP logró el miércoles, con el apoyo de Vox, PNV, CC y UPN, que el Congreso de los Diputados instara al Gobierno a reconocer al candidato opositor venezolano como presidente del país caribeño. 

Un paso que encendió la mecha que ha propiciado un ambiente muy tenso que ha desembocado en la respuesta tajante de este domingo del Ministerio de Exteriores tras las acusaciones vertidas por la detención de dos españoles en Venezuela.

Las críticas de Venezuela

El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, acusó a España de cometer "el atropello más brutal desde los tiempos en los que luchamos por nuestra democracia" y tachó de "declaración de guerra" la petición de la Cámara Baja.

Desde entonces, el Gobierno de España ha tratado de rebajar el tono y evitó en todo momento hablar de crisis diplomática. Intentó calmar las aguas hasta que la ministra de Defensa, Margarita Robles, hizo un comentario que no sentó nada bien a Caracas. Tildó al régimen de Maduro de "dictadura".

El Gobierno venezolano convocó entonces al embajador español en Caracas, Ramón Santos, y llamó a consultas a su representante diplomática en España, Gladys Gutiérrez, como respuesta a las "insolentes, injerencistas y groseras" declaraciones de la titular de Defensa.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, respetó la decisión e intentó que la tensión fuera disminuyendo tras asegurar que convocar las decisiones de Venezuela son "soberanas de cada Estado".

Pero, en este tira y afloja de Caracas, este fin de semana se ha añadido un nuevo capítulo a la crisis diplomática. Después de detener a dos españoles por pertenecen a una supuesta operación que estaba dirigida por Estados Unidos, el ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, ha lanzado unas graves acusaciones contra España a las que el Gobierno ha tenido que responder.

"Estados Unidos dirige esta operación, España es como decir el que iba a suministrar los mercenarios extranjeros para la realización de esta operación. Sus agentes están confesando aquí en Venezuela. El CNI está metido hasta el cuello en esta operación", ha señalado el funcionario venezolano.

Rechazo rotundo del Gobierno

España, a través de su Ministerio de Exteriores, ha desmentido este domingo que esté implicada en una "operación de desestabilización política" en Venezuela y ha rechazado "rotundamente cualquier insinuación" al respecto.

El Gobierno de Pedro Sánchez ha vuelto a reclamar una "solución democrática y pacífica a la situación en Venezuela", después de que el chavismo hiciese pública el sábado la detención de dos españoles por su presunta implicación en una supuesta operación para llevar a cabo actos "terroristas", entre ellos asesinar al mandatario del país latinoamericano, Nicolás Maduro.

Los detenidos son los españoles Andrés Martínez Adasme y José María Basoa Valdovinos, de 32 y 35 años, respectivamente. El Gobierno de España ha dementido que formen parte del servicio de inteligencia español y, según el ministerio de Exteriores, no pertenecen tampoco a ningún otro organismo estatal.

Las familias de los detenidos denunciaron su desaparición

Ambos estaban en Venezuela como turistas, según sus familias, que el pasado lunes, 9 de septiembre, y tras perderles la pista, denunciaron su desaparición en redes sociales y en comisaria. La Policía averiguó que habían sido detenidos y se lo transmitió a los familiares, si bien no se ha indicado el motivo de las detenciones y la Ertzaintza mantiene abierta la investigación por la desaparición.

Ambos volaron desde Madrid a Caracas el 17 de agosto, día en que alquilaron un coche que debían haber devuelto el 5 de septiembre, pero no lo hicieron. Su última comunicación con la familia fue el 2 de septiembre.

El padre de Andrés Martínez Adasme ha declarado al diario El Mundo que su hijo y el otro arrestado, ambos de Bilbao, estaban de vacaciones. Además, ha negado su pertenencia al CNI y ha explicado que, desde principios de mes, se había perdido el contacto con ellos, por lo que se publicaron alertas en redes sociales para dar la voz de alarma.

Tras conocerse la detención, la Embajada de España en Venezuela ha pedido al Gobierno de Maduro tener acceso a los dos detenidos, acusados de terrorismo, para verificar sus identidades y darles la asistencia necesaria. Mientras, sus familias están en contacto permanente con el Ministerio de Exteriores y el Consulado de España en Caracas, además de con el Gobierno de País Vasco, de donde son originarios los dos arrestados. 

Fuentes del Ejecutivo autonómico han explicado a EFE que, a través del área de Acción Exterior, se mantiene abierta la vía diplomática para estar al tanto de la situación de ambos.

Borrell califica a Venezuela de "régimen dictatorial"

En este contexto, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha calificado este domingo a Venezuela de "régimen dictatorial y autoritario", aludiendo a las detenciones arbitrarias y a que Edmundo González tuvo que huir del país y solicitar asilo político en España.

El jefe de la diplomacia europea apuntó que con decir que Venezuela es un régimen dictatorial "no arreglamos nada", y que solucionar las cosas reclama a veces "una cierta contención verbal". "Pero no nos engañemos con la naturaleza de las cosas. Venezuela ha convocado unas elecciones, pero no era una democracia antes y lo es mucho menos después", ha agregado en declaraciones a Telecinco.

Sus palabras han llevado a que el PP pida que el jefe del Ejecutivo español siga sus pasos. "Venga, Sánchez. No es tan difícil. Tu también puedes. O quizá no. Basta una mínima claridad moral", ha señalado en su cuenta de X la diputada conservadora Cayetana Álvarez de Toledo. El PP sigue presionando así al Gobierno de Pedro Sánchez para que considere Venezuela una dictadura, en un momento de crisis diplomática.

Además, el debate sobre Venezuela llegará el martes al Europarlamento, donde dos grupos piden reconocer al líder opositor como presidente electo y se votará una resolución el próximo jueves.

Ni España ni la Unión Europea han reconocido como legítima la victoria atribuida a Nicolás Maduro, al no haberse publicado las actas electorales que la acrediten, aunque tampoco han reconocido a González Urrutia como ganador legítimo de las elecciones venezolanas.