Una prueba secreta en una base aérea legendaria da pistas sobre los nuevos aviones de combate
Aunque el proyecto se encuentra por el momento en pañales, la intención es que suponga un antes y un después en la historia de la industria militar.
Con la introducción de la IA -que ha llegado para quedarse de forma definitiva- en todos los aspectos de la vida, el mundo ha entrado en una nueva dimensión en la que se abre un amplísimo abanico de infinitas posibilidades y en el que la inteligencia artificial se ha destapado como una de las grandes aliadas para el ser humano.
Como es de esperar, la implementación de la IA se están utilizando para avanzar de forma más rápida y eficiente en casi todos los sectores y aspectos sociales: laborales, económicos, sociales y también, militares.
En este sentido, la Fuerza Aérea de EEUU ya ha llevado a cabo las primeras pruebas respecto a su implementación a largo plazo, de aviones de combate no tripulados. Sin duda, -en caso de que los resultados sean positivos- este sería uno de los mayores avances conseguidos en materia militar.
Según informaron desde Estados Unidos, las primeras pruebas en las que se ha utilizado la IA en la busca de este objetivo han sido los cazas de combate F-16, desarrollados con una gran dosis de inteligencia artificial y se han llevado a cabo recientemente en la Base de la Fuerza Aérea Edwards, en California.
En dichos entrenamientos se enfrentó a un avión de combate F-16 (sin nadie a bordo) contra un avión militar convencional con un piloto a bordo. Con el objetivo de supervisar y comprobar el avance de las pruebas, al F-16 se subió Frank Kendall, secretario de la Fuerza Aérea de EEUU, al que la experiencia le fascinó y aseguró que la incorporación de la IA es totalmente necesaria en este sector.
"Es un riesgo para la seguridad no tener IA, y tendremos que tenerla", fueron las palabras de Kendall nada más bajarse del caza, que alcanzó velocidades de 800 km/h (algo menos del máximo al que puede volar un F-16).
El objetivo es conseguir una flota de mil cazas no tripulados
De forma previa a este entrenamiento, otro F-16 controlado por IA bautizado como X62A Vista, había realizado una serie de maniobras con un margen de seguridad de 300 metros para un caza F-16 controlado por un piloto. Según indicaron, durante la hora que duró el entrenamiento, el avión fue probado con bucles y esquivas en un intento por forzar al "oponente" a posiciones vulnerables.
Asimismo, Frank Kendell destacó el principal punto fuerte de la IA, como es el hecho de "no cansarse": "Un ordenador no se cansa, no se asusta. Y seguirá las reglas y realizará las maniobras más perfectas, mientras que los humanos tendrán una mayor variación en la forma en que se desempeña", aseguró.
Pese a todo, desde EEUU avisan de que esta tecnología está todavía en pañales y que por el momento -y aunque el objetivo es conseguir una flota de inteligencia artificial de mil aviones de combate-, continúan en un período de pruebas que se podría extender hasta el año 2028, cuando podría estar preparado el primero de ellos.