Un nuevo país se baja de la guerra nuclear

Un nuevo país se baja de la guerra nuclear

Qatar reafirma su compromiso con todos los acuerdos sobre desarme de armas atómicas y de destrucción masiva.

Abdulrahman bin Abdulaziz Al-Thani, en una imagen de archivo.Gobierno de Qatar

En un contexto de carrera armamentística, no está mal que un país se dé de baja de la guerra nuclear. Se trata de Qatar, que ha reafirmado su compromiso con todos los acuerdos sobre desarme de armas atómicas y de destrucción masiva. Eso siempre es una buena noticia. 

El país del Golfo Pérsico ha destacado la importancia de adherirse a todos los tratados mundiales sobre la materia, expresando su "esperanza" de que todos los países del planeta se unan igualmente, para contribuir a lograr la paz y la seguridad internacionales y preservar las generaciones futuras y los ecosistemas del peligro de la proliferación de estas armas.

Así lo afirmó el el país en una declaración del segundo secretario de la Misión Permanente del Estado de Qatar ante las Naciones Unidas, el jeque Abdulrahman bin Abdulaziz Al-Thani, ante la Primera Comisión del 79º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), centrada en las armas de destrucción masiva. Un encuentro que ha tenido lugar en la sede de la ONU, en Nueva York (EEUU).

El portavoz qatarí ante la ONU dijo que su nación continúa desarrollando y actualizando la legislación nacional relacionada con las armas de destrucción masiva para estar en línea con sus obligaciones bajo los acuerdos de los que el país es parte, y agregó que Qatar coopera con la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y mejora su papel en el apoyo a la implementación de la Convención sobre Armas Químicas (CAQ).

En este sentido, informa el diario Gulf Times, señaló la contribución financiera realizada por el Estado de Qatar a la OPAQ en junio de 2024, en un intento de fortalecer el papel de la inteligencia artificial en el trabajo de la organización y para implementar la CAQ de manera más eficiente.

Al-Thani señaló que el Comité Nacional para la Prohibición de Armas (NCPW) en Qatar organiza talleres para estudiantes universitarios para aumentar y difundir la conciencia sobre los peligros de las armas de destrucción masiva, presentar las convenciones sobre armas biológicas y químicas y los tratados relacionados con las armas nucleares, e informar a los estudiantes sobre los esfuerzos del Estado de Qatar en la implementación de los acuerdos relacionados con las armas de destrucción masiva.

Destacó, a su vez, la convicción de que los conflictos armados deben resolverse pacíficamente y mediante el diálogo, y señaló que las soluciones pacíficas y el diálogo son la opción más eficaz para mantener la paz y la seguridad internacionales.

En este contexto, destacó la Resolución 1540 de 2004 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que insta a todos los Estados a promover el diálogo y la cooperación en el ámbito de la no proliferación para hacer frente a la amenaza que supone la proliferación de armas nucleares, químicas o biológicas y sus sistemas vectores, subrayando que la proliferación de esas armas constituye una amenaza para la paz y la seguridad internacionales.

El jeque Al-Thani también destacó que el gran peligro que entrañan las armas de destrucción masiva en la región del Oriente Medio obliga a todos a intensificar los esfuerzos para eliminarlas y garantizar que no se desarrollen ni se amenace con su uso, a fin de mantener la paz y la seguridad internacionales.

La proliferación y el uso de armas de destrucción masiva y sus terribles efectos sobre la humanidad exigen que la comunidad internacional trabaje unida para impedir la posesión de estas armas mortales, garantizar que su uso esté prohibido bajo cualquier circunstancia y adherirse estrictamente a las obligaciones jurídicas contenidas en los tratados internacionales pertinentes.

La amenaza de la proliferación de armas nucleares y de destrucción masiva, incluidas las armas químicas y biológicas, sigue planteando una amenaza para los países y los pueblos y viola los derechos humanos de muchas sociedades, añadió, indicando que este peligro se ve incrementado por la posibilidad de que los grupos terroristas obtengan armas de destrucción masiva en zonas afectadas por conflictos armados, donde no existen los principios de responsabilidad jurídica y reparación por los crímenes y atrocidades cometidos.

Hay 12.512 armas nucleares en el mundo y no hay manera de reducir ese número. Los países que las poseen "tienen programas de modernización en marcha a largo plazo, con importante dotación de fondos" que impulsan ese arsenal. A contracorriente de todos los tratados que claman por su reducción, si no desaparición, denuncia la ONU. La carrera se ha impulsado por la invasión rusa de Ucrania, con amenazas constantes a Occidente sobre el hipotético uso de estas armas