Un experto en la OTAN pronostica los tres posibles finales de la guerra en Ucrania
Las claves están en la ayuda internacional -sobre todo de EEUU-, la reducción de errores propios y una estrategia como la de la Guerra Fría.
Philip Breedlove, excomandante supremo Aliado en Europa, es uno de esos generales de cuatro estrellas de Estados Unidos que, cuando hablan, sientan cátedra. Enorme conocedor del viejo continente, ha concedido una entrevista a Newsweek en la que habla de tres posibles escenarios en los que la guerra de Ucrania se acabaría, directamente.
Ninguno es sencillo ni inmediato, pero todos son factibles a estas alturas de campeonato, cuando la invasión rusa está a punto de llegar a los dos años, el mes que viene. Y tienen un punto en común: hay que actuar. "Si no hacemos nada diferente de lo que estamos haciendo ahora, eventualmente Ucrania perderá porque Rusia tiene más gente y profundidad que Ucrania", constata.
La ayuda internacional es esencial en el primero de los escenarios punto, porque si no, morirán muchos más ucranianos y Rusia "subyugará a toda Ucrania, que volverá a ser su vasalla". Por muy valiente que esté siendo su resistencia.
Breedlove, que como comandante de la OTAN entre 2013 y 2016 fue testigo de las consecuencias de la anexión de Crimea por parte de Putin en 2014 y que precedió a su invasión a gran escala actual, afirma que "si Occidente decide darle a Ucrania lo que necesita para ganar, Ucrania ganará esta guerra". "Esta guerra va a terminar exactamente como los políticos occidentales quieren y desean que termine", insiste.
"La guerra de maniobras comienza con la superioridad aérea", dijo Breedlove. "No le hemos dado a Ucrania lo que necesita para establecer la superioridad aérea", insiste, avalando la reclamación del presidente Volodimir Zelenski. "No les estamos dando lo que necesitan para ganar. Más bien, les estamos dando lo suficiente para permanecer en el campo de batalla -añade- (...) Los líderes occidentales han tomado conciencia de sus temores" y, como tales, son "incapaces de pensar en lo que significa un Putin derrotado".
El segundo final puede venir si se exprimen todas las potencialidades de esa ayuda. Ha habido material que se ha entregado tarde, no cuando lo pedía Ucrania, como los vehículos de combate Bradley estadounidenses y los tanques Leopard de fabricación alemana. A eso se suma el atranque en zonas como Bajmut, donde se quemaron muchos medios y muchas manos, ya entrenadas. "No llevaron a cabo un entrenamiento suficiente para su guerra de maniobras, para sus brigadas de asalto. Confiaron en las brigadas recién formadas", se lee en la información.
Y más: Rusia se la puesto las pilas con sus municiones de precisión controladas por GPS, logradas con más rapidez de lo esperado, un avance que no se tuvo en cuenta. Si mejoraran las cadenas de suministro de armas y el entrenamiento de las tropas ucranianas las cosas pueden cambiar.
Al fin, los socios occidentales de Ucrania podrían pasar a una estrategia probada de la Guerra Fría: la de disuadir y contener a Rusia "donde sea que lo necesite y lo que sea necesario en Ucrania y a lo largo de las fronteras de la OTAN".
"Ucrania puede señalar algunos aspectos positivos importantes. Casi ha recuperado el control total del noroeste del Mar Negro , empujando a la armada rusa hacia el este y sureste. En tierra, las fuerzas ucranianas han avanzado lo suficiente como para comenzar a utilizar fuego de artillería de corto alcance contra el puente terrestre hacia Crimea, que atacan regularmente", constata.
EEUU ha desbloqueado temporalmente su presupuesto pero ha confirmado que ha entregado la última ayuda a Kiev que tenía en cartera, mientras que Europa tiene 50.000 millones de euros para los próximos cuatro años dependiendo de Hungría. Si se pone toda la carne en el asador, como en la Guerra Fría, el aislamiento a Rusia puede llegar.