Un experto en guerra activa su inquietante cuenta atrás para el fin del conflicto Ucrania-Rusia
Un exalto mando del Ejército de Reino Unido, Richard Kemp, sostiene que a Kiev le quedan apenas seis meses para reaccionar o llegará la victoria de su invasor, Rusia.
El coronel Richard Justin Kemp es un oficial retirado del Ejército británico que sirvió a su país entre 1977 y 2006. Fue oficial al mando de un batallón de infantería y entre sus asignaciones se llegó a encontrar el mando de la Operación Fingal en Afganistán, de julio a noviembre de 2003. Sabe de lo que habla, pues, cuando habla de guerra.
Este militar es ahora uno de los analistas de cabecera del diario británico The Telegraph y sus referencias a la guerra de Ucrania son revisadas con atención en todo el mundo. La más reciente de ellas es preocupante: sostiene que a Kiev le quedan apenas seis meses para reaccionar o llegará la victoria de su invasor, Rusia.
Echa la vista atrás para explicar por qué estan las cosas como están. El pasado verano, había "grandes expectativas" de que la gran contraofensiva de Ucrania lograría hacer retroceder a las fuerzas rusas, "preparando el terreno para la victoria". "Eso no sucedió", constata. Lo que sí pasó es que la ofensiva "flaqueó y ganó poco terreno". Rusia sigue controlando hoy aproximadamente el 20% del territorio ucraniano y es el único que se apunta algunos avances, no grandes, pero avances, como el de Avdiivka de febrero.
"Este fracaso puede atribuirse directamente a la negativa occidental a proporcionar ayuda militar adecuada. El resultado fue una reacción silenciosa en la política interna a ambos lados del Atlántico, lo que sin duda contribuyó a que el presidente estadounidense no lograra aprobar a tiempo un nuevo paquete de ayuda en el Congreso, así como a la reticencia de los países europeos a aumentar su propia ayuda", sostiene el militar.
A su entender, "la combinación de enormes pérdidas ucranianas y la falta de municiones permitió a las fuerzas rusas volver a la ofensiva y tomar la iniciativa estratégica en toda la zona de guerra", un diagnóstico corroborado por el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) de Washington, que es quien con más fiabilidad está siguiendo el desarrollo de la contienda. "En avances graduales, han logrado avances limitados pero concretos en el frente, lo que obligó a Ucrania a ceder terreno y causó graves daños a la infraestructura ucraniana mediante ataques aéreos", añade Kemp.
EEUU y la UE hayan anunciado nuevos paquetes de ayuda -el de Norteamérica ha estado bloqueado casi siete meses...- y se incluyen sistemas de defensa aérea, misiles de ataque de largo alcance y municiones, lo que el Gobierno de Volodimir Zelenski pedía. ¿Puede cambiar eso las cosas? "Siempre que la entrega de estas municiones sea rápida, podrían permitir a Ucrania estabilizar la línea del frente y al mismo tiempo proteger la infraestructura en el frente interno. Esto puede resultar crítico ante una gran ofensiva rusa en el verano", indica el experto.
Insiste en que "los nuevos paquetes de ayuda podrían permitir mitigar esa situación", pero "no permitirán que Ucrania tome la iniciativa y vuelva a la ofensiva", que es determinante en un conflicto, en lo puramente militar y hasta en lo anímico. "Rusia ha logrado la supremacía aérea en muchas áreas, mientras que las defensas aéreas terrestres seguirán siendo inadecuadas", recuerda. Ucrania, "cansada de la guerra", simplemente "no tiene suficientes tropas y después de más de dos años de duros combates parece reacia a lanzar la importante movilización que necesita". Zelenski acaba de cambiar las normas de reclutamiento, pero ni eso parece suficiente.
"Los desafíos que tenemos por delante son casi insuperables", dice sin cortapisas el británico. Y da razones: la economía de Rusia crece pese a la guerra y las sanciones, está acumulando "enormes niveles de fuerza" y tiene fondo para seguir. "Si Moscú es capaz de lograr un éxito significativo en el verano, incluyendo quizás la toma de Jarkov, la segunda ciudad de Ucrania, no habrá apetito por más gasto occidental cuando llegue el invierno", constata. De ahí viene ese semestre máximo que da de plazo a Kiev.
Un dato más que complica las cosas: en noviembre hay elecciones presidenciales en EEUU y eso añadirá "mayor incertidumbre". "Parece que, como en guerras anteriores, Rusia habrá comenzado mal pero terminado bien gracias a un nivel de determinación del que tanto carecen los aliados de Ucrania en Occidente", concluye.