Un doble de otro siglo: las semejanzas entre el príncipe de Arabia Saudí y el Borbón que más años reinó

Mohammed bin Salman, conocido como MBS por sus iniciales, es el hijo del rey Salman bin Abdulaziz y, por tanto, príncipe heredero de Arabia Saudí. Desempeña el cargo de primer ministro del país desde 2022, además de ser ministro de Defensa y presidente del Consejo de Asuntos Económicos y de Desarrollo y del Consejo de Asuntos Políticos y de Seguridad. 

El medio francés Marianne le describe como "un monarca que recuerda a Luis XIV". Los periodistas Christian Chesnot y Georges Malbrunot han analizado al detalle su figura y explican que es adicto al trabajo y que, a diferencia de sus hermanos y otros miembros de la familia real, nunca fue un fiestero ni una persona que se sintiese atraído por la noche.

Cuando sus hermanos mayores estaban en el extranjero, él se mantuvo al lado de su padre. Aprendió el funcionamiento del reino, de sus tribus y de los pueblos religiosos, los tres piolares sobre los que se asienta Arabia Saudí. Viajaba con su padre por todo el país, quien le inculcaba los valores de autoridad y esfuerzo.

Gracias a esta estrecha relación con su padre, MBS fue consciente de los excesos de otros príncipes en el extranjero. Así que quiso poner coto a esta situación y mandó construir bajo el palacio de Riad una prisión para príncipes descarriados: los que beben y consumen drogan, los que utilizan los servicios de prostitutas...

Pero no solo eso, sino que también se da cuenta de cómo ciertos empresarios se han ido enriqueciendo económicamente a costa de aprovecharse de la familia real. Y todo eso le hizo analizar la realidad saudí desde dentro y convertirse en príncipe heredero, aunque primero lo fue su primo Mohammed bin Nayef.

Se ganó una reputación de hombre dispuesto a todo para eliminar a sus rivales, sobre todo, tras el asesinato de un periodista del Washington Post en otoño del 2018. Pero, desde entonces, se ha convertido en un líder respetado por el panorama internacional.