La ultraderecha arrasa en Chile y liderará el proyecto para redactar una nueva Constitución
El Partido Republicano consigue poder de veto. Boric le pide "actuar con sabiduría y templanza" después de su triunfo en las urnas para elegir el Consejo Constitucional.
Nuevo revés para Gabriel Boric y el bloque de izquierdas en la reforma de la Constitución de Chile. El ultraderechista Partido Republicano, partidario de mantener la actual Carta Magna, arrasó este domingo en las elecciones para elegir el Consejo Constitucional después de conseguir los 20 consejeros necesarios para tener poder de veto.
En segundo lugar, quedó la lista Unidad Para Chile, integrada por la mayoría de los partidos que integran la coalición oficialista (el Frente Amplio del presidente Gabriel Boric, el Partido Comunista y el Partido Socialista), mientras que la tercera posición fue para la derecha tradicional de la lista Chile Seguro, en la que se integran UDI, Renovación Nacional y Evópoli.
Además, los votos nulos y blancos han irrumpido con fuerza en los comicios, superando el 20 por ciento, sumando más de 2,5 millones de votantes, tal y como muestra el escrutinio proporcionado por el Servicio Electoral de Chile
La extrema derecha y la derecha tradicional tienen juntas mayoría absoluta y aglutinan más de los 30 escaños necesarios para aprobar las nuevas normas constitucionales sin necesidad de pactar con la izquierda, lo que les permitirá así marcar el rumbo de la Carta Magna que sustituya a la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.
El Partido Republicano, creado en 2019, está liderado por José Antonio Kast, quien perdió contra Boric en las elecciones de 2021 y es un defensor acérrimo del modelo económico neoliberal instaurado en Chile por la dictadura militar. Con esta apabullante victoria, los analistas políticos sostienen que el centro político del país ha quedado en jaque.
Kast aseguró, después de proclamarse vencedor en las urnas, que "Chile ha derrotado a un Gobierno fracasado" que ha sido "incapaz de enfrentar la crisis de inseguridad, migratoria". "Hoy podemos respirar un poco más aliviados", aseguraba después de comparar el resultado de estos comicios con el escenario político de hace dos años, "cuando avanzaba esa izquierda radical que amenazaba con refundarlo todo", pidió "que nunca más el sectarismo se apodere del país".
El presidente chileno, Gabriel Boric, que ha llegado debilitado a la cita con su gran promesa, ha admitido la derrota desde el Palacio de la Moneda y ha pedido al partido ultraderechista "actuar con sabiduría y templanza" y le instó asimismo a "no cometer los mismos errores" de la izquierda durante el primer proceso constitucional: "El proceso anterior, debemos decirlo, fracasó porque no supimos escucharnos entre quienes pensábamos distinto. Quiero invitar desde ya al Partido Republicano a no cometer el mismo error que cometimos nosotros", indicó el gobernante en su alocución.
Boric ha considerado que vuelven "a tener una oportunidad de construir con diálogo y encuentro una nueva Carta Magna que represente de la mejor manera los anhelos y el tipo de país que como chilenos queremos vivir".
El centro político, en jaque
"Nos preocupa la polarización del país. En dos años pasando de la extrema izquierda de la Lista del Pueblo a la extrema derecha del Partido Republicano. Creemos que es un mal resultado para el proceso constitucional, que le hace mal al país", dijo en conferencia de prensa el presidente de la Democracia Cristiana, Alberto Undurraga.
Esta fuerza, clave durante la segunda mitad del siglo XX y con dos mandatarios electos durante la transición post-dictadura, junto con el Partido de la Democracia y otros actores, no logró escaños en el Consejo Constitucional.
"Básicamente estamos viendo la desaparición del centro. Podemos esperar una política más polarizada y por lo tanto tendremos un choque entre un progresismo debilitado y un creciente movimiento conservador que intentará imponer su agenda", dijo a Efe el cientista político de la Universidad Diego Portales, Rodrigo Espinoza.
Este resultado electoral, dicen los especialistas, deja en la cuerda floja a la exConcertación, una coalición que desde el último gobierno de Michelle Bachelet (2014-2018) sufre procesos telúricos con fuga de militantes, derrotas electorales y cambios importantes a su política de alianzas, como con su ingreso al Ejecutivo de Gabriel Boric y las tensiones que trajo dicha decisión.
"Probablemente se pida un nuevo cambio de gabinete", señaló Espinoza, y adelantó que en adelante, reconociendo un puente inevitable entre este proceso constitucional y la política contingente, se verá un "bloqueo a las reformas como las de pensiones, sueldo mínimo y tributaria".
Esta avalancha de la extrema derecha chilena acentúa, además, el debate al interior de toda la oposición, cuyos partidos tradicionales como la Unión Demócrata Independiente y Renovación Nacional aunados en la lista Chile Seguro obtuvieron un segundo puesto en el Consejo, pero con 10 representantes menos que el Partido Republicano.
Los 50 consejeros -25 hombres y 25 mujeres- tomarán posesión el próximo 7 de junio y tendrán cinco meses para redactar la propuesta de texto, que se someterá a plebiscito el 17 de diciembre.
El mismo día de la instalación, los consejeros recibirán un borrador que 24 expertos designados por el Parlamento llevan redactando desde marzo y que cumple con 12 principios básicos acordados a priori por los partidos para evitar una propuesta refundacional como la anterior.