Ucrania pasa a la guerra naval 3.0
Kiev se hace fuerte con el uso de los drones marinos, de superficie y submarinos, en un escenario en el que el poderío ruso parecía intocable. Es el primer ataque ucraniano contra un puerto comercial ruso desde que inició la guerra lo constata.
El pasado viernes, 4 de agosto, Ucrania dejó "fuera de combate" un buque de guerra ruso en el mar Negro. Lo hizo con drones acuáticos que reventaron el Olenegorsky Gornyak, según señaló el Servicio de Seguridad ucraniano.
Fue un mazado en represalia por el incremento de ataques de Moscú contra las infraestructuras para la exportación de granos ucranianos, en la zona de Odesa y sus alrededores, pero que tiene características nuevas porque es el primer ataque ucraniano contra un puerto comercial ruso desde que inició la guerra, hace 18 meses. Se logró golpear la base naval de Novorosiysk, clave para las exportaciones de Rusia. El Kremlin tuvo que reconocer que el ataque se había producido, aunque no dio cuenta de los daños y, menos, de si su buque había quedado inservible y qué había pasado con el centenar de militares que estaban a bordo.
Demasiado simbólico, demasiado sensible en la ola de ataques con drones que Kiev está llevando a cabo, de forma exitosa, sobre suelo ruso. También se han usado vehículos no tripulados ahora, pero distintos: son drones marinos, de superficie o submarinos, los que están metiendo miedo a los rusos desde el agua. Una guerra naval 3.0 que hasta ahora no había desplegado.
El ataque del viernes fue conjunto, entre el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y su Armada. La inteligencia ucraniana desveló que su dron marítimo impactó contra el buque ruso, que en ese momento transportaba 450 kilogramos de explosivos TNT. Se trata de una gran embarcación del proyecto 775 de la clase Ropucha, construido por la Unión Soviética en la década de 1970.
"Como resultado del ataque, el Olenegorsky Gornyak sufrió una fisura grave y actualmente no puede llevar a cabo sus misiones de combate", aseguró una fuente de los servicios de inteligencia de Kiev, citada por Reuters.
El puerto contra el que fue lanzada la embestida es crucial para Moscú, ya que, además de una base naval, alberga astilleros y una terminal petrolera y es zona clave para sus exportaciones. Ese lugar en la costa, que maneja el 2% del suministro mundial de petróleo y desde donde también se envían granos al exterior, detuvo temporalmente el movimiento de barcos civiles antes de reanudar las operaciones normales, según el Consorcio del Oleoducto del Caspio que opera una terminal petrolera allí.
Andriy Ryzhenko, capitán retirado de la Armada de Ucrania y consultor naval, estimó que los drones marítimos habían viajado 740 kilómetros desde su probable área de lanzamiento hasta Novorossiysk, lo que equivaldría a un aumento significativo en su alcance. "Es la primera vez que la armada ucraniana proyecta poder tan lejos", resaltó Ryzhenko, según cita France 24.
Moscú confirmó que drones marítimos ucranianos atacaron una base naval cerca del puerto de Novorossiysk en el mar Negro. Sin embargo, no se ha pronunciado sobre el estado del Olenegorsky Gornyak. Horas antes, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que había frustrado los ataques ucranianos entre la noche del jueves y la mañana de este viernes contra una base naval en el mar Negro y la península de Crimea.
Según la cartera del Kremlin, los barcos rusos que patrullaban el perímetro de la base naval destruyeron dos drones marítimos ucranianos.
El alcalde de Novorossiysk, Andrey Kravchenko, afirmó que las tripulaciones de los barcos Olenegorsky Gonyak y Suvorovets "reaccionaron de inmediato al ataque y ayudaron a evitar las consecuencias". Por su parte, Veniamin Kondratiev, gobernador de la región de Krasnodar donde se encuentra la base, sostuvo que no se registraron víctimas.
Pero la fuente de Kiev consultada por Reuters desmintió esas afirmaciones. "Todas las declaraciones rusas sobre un 'ataque repelido' son falsas", remarcó. "Tenemos información abierta de que efectivamente está dañado (…) Es absolutamente legal destruir el potencial del enemigo en tiempos de guerra", indicó por su parte Natalia Humeniuk, portavoz del comando militar del sur de Ucrania.
Un video difundido por algunas autoridades de Ucrania (y que puedes ver un poco más arriba) muestra lo que sería la base naval de Novorossiysk y un buque militar ruso inclinado hacia un lado. Las tensiones en y cerca del mar Negro se han intensificado desde que Rusia se retiró el pasado julio del acuerdo que permitía la exportación segura de granos desde los puertos ucranianos.
Desde entonces, los drones y misiles rusos han atacado repetidamente las instalaciones portuarias del país invadido y los silos de grano de Ucrania en esa zona marítima o cerca a ella. Todo esto es denunciado por Kiev como un intento de Moscú de bloquear a toda costa el envío a otras naciones de los productos agrícolas ucranianos, mientras Rusia se muestra dispuesto a reemplazarlos en el mercado.
En la pasada cumbre entre Rusia y África, en San Petersburgo, Vladimir Putin prometió "granos gratis" de su país para las naciones de ese continente, las más afectadas por el bloqueo de esos alimentos.
Cómo son estos nuevos drones
Los drones marinos usados por Ucrania no son nuevos en su arsenal, pero sí es nuevo cómo se acelera su uso y la precisión con que se emplean. Al igual que sus primos aéreos, hablamos de pequeñas embarcaciones no tripulada que, en este caso, trabajan bajo el agua o en su superficie. Aunque están muy afinados en tareas ambientales, también han acabado pasando a la guerra abierta.
Este pequeño robot naval sirve de plataforma marítima y lo mismo pueden emplearse para vigilancia costera o de fronteras que para patrullas... o ataques. La mayoría se controlan remotamente desde tierra o un buque, incluso a gran distancia, gracias al empleo de comunicaciones por satélite. Empezaron a ser usados en Ucrania como una sonda remolcadora o de detección de minas (misión para la que son especialmente efectivos), luego se emplearon también como catapultas de los UAV convencionales y hasta han servido, al fin, de tubos lanzatorpedos.
Con el tiempo, han ganado en estabilidad y equilibro, en resistencia y fiabilidad, hasta poder llevar cargas y ser disparadas sobre un objetivo en tierra o en el agua, como en el caso de Crimea de hace dos semanas, cuando se atacó el famoso "Puente de Putin". Su pequeño tamaño hace que su versatilidad aún sea ajustada, pero ha ido creciendo, también.
Eso ha permitido añadirle explosivos y cámaras, que transmiten imágenes a la persona que lo controla. Es una de sus mayores bondades, junto al hecho de que se pueden desplegar rápidamente, sin necesidad de una tripulación equipada, y que son más complicados de detectar en un radar. Dicho y hecho. La operatividad crece y el precio baja, dentro de la nueva guerra en la que el cuerpo a cuerpo es más complicado y tantas cosas se hacen en la distancia, usando la tecnología. Su precio se calcula en 250.000 dólares, según la página en la que el Gobierno ucraniano pide fondos para financiarlos. Aún así, hay desventajas por pueden tener un campo de visión estrecho, lo que dificulta el seguimiento de objetivos en movimiento si no hay datos previos, fiables, de localización.
Uno de los modelos que más se está usando es el TLK-150, es el primer UUV autóctono dado a conocer. Pequeño, con 2,5 metros de largo, con propulsores gemelos montados en pequeños estabilizadores en forma de alas y una quilla grande. Hay diversos blogs de armamento que lo señalan como el empleado contra el puerto ruso, el pasado viernes.
Rusia ha denunciado otros ataques con estos drones, más allá del que hizo daño a su barco. Al menos 11 se han constatado contra barcos militares, la base naval de Rusia en Sebastopol y el puerto de Novorossiisk, dice la BBC. Mientras, la CNN sostiene que en mayo,surgieron imágenes que mostraban aviones no tripulados acercándose a un barco de recopilación de inteligencia ruso y también se usaron drones de este tipo en el citado ataque al puente de Kerch en julio. Su empleo va in crescendo y cada vez cosecha más frutos.