Ucrania se acerca peligrosamente a la paz no deseada

Hace dos años, el general Mark A. Milley, entonces principal asesor militar del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sugirió que ni Rusia ni Ucrania podían ganar la guerra. Un acuerdo negociado, argumentó, era la única vía hacia la paz. Sus comentarios, entonces, provocaron furor entre los altos funcionarios. Pero la victoria del presidente electo Donald J. Trump está convirtiendo la predicción del general Milley en realidad. Trump ha dejado claro su desagrado por seguir ayudando a Ucrania a recuperar el territorio tomado por Rusia, lo que hace que un acuerdo negociado sea la única opción viable real que queda.

El ascenso de Trump mientras Ucrania sufre pérdidas en el campo de batalla de hecho significa menos margen de maniobra para Ucrania, explica el New York Times. 

Una de las mayores incógnitas para Ucrania es si la administración Trump y Europa proporcionarán "algún tipo de garantías de seguridad que impidan que Rusia intente tomar más territorio". Trump ha dicho que pondría fin a la guerra rápidamente, aunque no ha explicado cómo. Pero el vicepresidente electo JD Vance ha esbozado un plan que permitiría a Rusia conservar el territorio ucraniano que ha tomado. Una llamada telefónica entre Trump y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, poco después de las elecciones arrojó poca luz sobre la cuestión de las garantías de seguridad. Los asesores de ambos hombres simplemente describieron el tono de la llamada como “positivo”.

Algunos funcionarios de la Administración Biden han sugerido tomar medidas más firmes en los dos meses que les quedan para ayudar a Ucrania, como permitir que el país utilice misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos para atacar dentro de Rusia por primera vez.

En los últimos días, Biden autorizó el uso de esos misiles, conocidos como ATACMS, para los sistemas de misiles tácticos del ejército. Ucrania los utilizó el martes para atacar un depósito de municiones en el suroeste de Rusia, según funcionarios ucranianos.

El miércoles pasado, el secretario de Defensa Lloyd J. Austin III dijo que la administración Biden había aprobado el suministro a Ucrania de minas antipersonal estadounidenses para reforzar las defensas contra los ataques rusos mientras las líneas del frente en el este de Ucrania se derrumbaban.

Pero es poco probable que las medidas de último momento de Biden para proporcionar a Ucrania el armamento que ha estado solicitando durante años cambien mucho la situación en el campo de batalla.

La Casa Blanca ha dicho que asignará los 9.000 millones de dólares restantes en asistencia de seguridad antes de que Trump asuma el cargo. De esa cantidad, la administración planea dar a Ucrania un poco más de 7.000 millones de dólares en armas y municiones de las existencias del Pentágono, y unos 2.100 millones de dólares para pedir más armas a los contratistas de defensa estadounidenses.

En reuniones celebradas en Kiev el mes pasado, Austin y altos funcionarios militares ucranianos discutieron qué armas y municiones era probable que enviara Estados Unidos en los próximos cinco meses (o aproximadamente hasta marzo) para que los comandantes de Ucrania pudieran presupuestar sus planes de guerra en consecuencia.

Los cambios

Por supuesto, la nueva administración podría suspender esos envíos. Pero los funcionarios del Pentágno han expresado su confianza en que sería un desafío para la Administración Trump suspender la ayuda que ya ha sido aprobada por el Congreso y puesta en marcha.

En otro cambio este mes, el Pentágono dijo que estaba levantando una prohibición a los contratistas militares estadounidenses que se desplegaran en Ucrania para ayudar al ejército del país a mantener y reparar los sistemas de armas proporcionados por Estados Unidos, en particular los aviones de combate F-16 y las defensas aéreas Patriot.

El Departamento de Defensa está solicitando ofertas para un pequeño número de contratistas que estarían lejos de las líneas del frente y no lucharían contra las fuerzas rusas, dijo un funcionario del Pentágono. Los funcionarios del Pentágono tienen como objetivo adjudicar contratos antes de que Biden deje el cargo, aunque el proceso generalmente demora entre cuatro y nueve meses. Varias empresas estadounidenses ya tienen personal en Ucrania cumpliendo contratos para el gobierno ucraniano.

La decisión de la administración de permitir que Ucrania use los misiles ATACMS para atacar dentro de Rusia fue un cambio importante en la política estadounidense. Según los funcionarios, esto se produjo en parte como respuesta a la decisión de Rusia de llevar tropas norcoreanas a la guerra.

Biden y sus principales asesores habían rechazado repetidamente tales solicitudes de Ucrania, argumentando que el Pentágono tenía pocos misiles de sobra y que Ucrania podría atacar con mayor eficacia objetivos en el interior de Rusia con los drones de ataque unidireccionales que fabricaba en grandes cantidades.

Pero el riesgo de escalada de permitir que Ucrania ataque a Rusia con armamento suministrado por Estados Unidos ha disminuido con la elección de Trump, creen los funcionarios de la administración Biden, calculando que el presidente Vladimir Putin de Rusia sabe que tiene que esperar solo dos meses para la nueva administración. Se cree que Trump ve a Rusia más favorablemente, y su elección para directora de inteligencia nacional, Tulsi Gabbard, ha repetido a menudo los puntos de conversación del Kremlin.

Incluso con ayuda adicional, los funcionarios de la comunidad de inteligencia, así como del Pentágono, dicen que será difícil para Ucrania recuperar el terreno que Rusia ha tomado de manera constante en los últimos meses.

Ucrania está perdiendo territorio en el este, y sus fuerzas en la región de Kursk en el oeste de Rusia han sido parcialmente rechazadas a medida que los reclutas norcoreanos se unen a la lucha. La moral caída entre las tropas ucranianas y la incertidumbre sobre Trump también siguen amenazando su esfuerzo bélico.

El ejército ucraniano está luchando por reclutar soldados y equipar nuevas unidades. El número de soldados que murieron en combate, unos 57.000, es la mitad de las pérdidas de Rusia, pero es significativo para un país mucho más pequeño.

Las salidas

Las agencias de espionaje estadounidenses han evaluado que acelerar el suministro de armas, municiones y material a Ucrania hará poco por cambiar el curso de la guerra a corto plazo, según funcionarios estadounidenses informados sobre la información de inteligencia. Pero la aceleración del armamento estadounidense en los últimos meses de la administración Biden podría ayudar a Ucrania a hacer cumplir un alto el fuego o una línea de armisticio si se llegase a un acuerdo, dijeron los funcionarios.

La única garantía de seguridad de referencia que Ucrania quiere es una invitación a unirse a la OTAN. Pero no podría conseguirla con Biden, y es poco probable que reciba una invitación durante la presidencia de Trump.

Por eso, los funcionarios estadounidenses y europeos están discutiendo la disuasión como una posible garantía de seguridad para Ucrania, como por ejemplo acumular un arsenal convencional suficiente para asestar un golpe de castigo si Rusia viola un alto el fuego.

Varios funcionarios incluso sugirieron que Biden podría devolver a Ucrania las armas nucleares que le fueron arrebatadas después de la caída de la Unión Soviética. Eso sería un disuasivo instantáneo y enorme. Pero una medida de ese tipo sería complicada y tendría graves implicaciones.

Andriy Zagorodnyuk, exministro de Defensa ucraniano, dijo en una entrevista que para que un alto el fuego sea exitoso, Ucrania y sus aliados deben revertir el impulso en la línea del frente para establecer las condiciones para las conversaciones. Ucrania también debe tener suficiente potencia de fuego en reserva para disuadir cualquier violación del alto el fuego, dijo, por ejemplo con un arsenal de armas de largo alcance para infligir daño inmediato si Rusia reanuda las hostilidades.

El ejército de Ucrania, aunque ahora está a la defensiva, ha resistido durante más de dos años y medio contra un oponente más grande y poderoso. "El hecho de que hayamos enfrentado a Mike Tyson en diez asaltos es un éxito", dijo Zagorodnyuk.

Pero eso fue con miles de millones de dólares en armas estadounidenses y europeas. Ahora ese suministro está a punto de agotarse, dicen funcionarios de ambos lados del Atlántico.