UBS se prepara para deshacerse de los clientes rusos de Credit Suisse
El banco tiene un perfil más "conservador" que su antiguo rival, que tuvo que adquirir en marzo de este año a instancias del Gobierno suizo para salvarlo de la quiebra.
La absorción de Credit Suisse por UBS, completada en junio, ha permitido al segundo banco tener acceso a información sobre los clientes de la banca privada del primero, que ahora busca romper relaciones con algunos de ellos, sobre todo los ligados a Rusia, ha asegurado este lunes la prensa suiza.
Según ha señalado el diario suizo en alemán NZZ am Sonntag, UBS busca deshacerse de entre el 50 y el 75% de estos clientes privados rusos en Credit Suisse por temor a que estos negocios dañen su reputación.
Fuentes de UBS citadas por el diario señalan que el asunto es especialmente delicado pero que en general el banco tiene un perfil más "conservador" que su antiguo rival, que tuvo que adquirir en marzo de este año a instancias del Gobierno suizo para salvarlo de la quiebra.
Mientras UBS redujo sus actividades con clientes rusos tras el inicio de la invasión a Ucrania, Credit Suisse incluso fue más activo que en épocas anteriores y mantuvo numerosos negocios especialmente con inversores con pasaporte ruso pero residentes en otras naciones.
Según fuentes del diario, UBS busca tras la absorción "anclar sus principios de gestión del riesgo y su estructura corporativa en toda la organización", que incluye ahora también a Credit Suisse.
Una operación de emergencia de 3.000 millones
UBS adquirió Credit Suisse por apenas 3.000 millones de francos suizos (3.100 millones de euros) en una operación de emergencia que contó con amplias garantías crediticias por parte del Gobierno helvético.
La agencia de noticias económicas suiza AWP ha indicado este lunes que la Asociación Suiza de Protección de Accionistas podría solicitar una indemnización para los antiguos propietarios de participaciones de Credit Suisse, para lo cual ha iniciado la búsqueda de posibles afectados por la operación.
El valor aproximado en Bolsa de Credit Suisse en el momento de la compra era de unos 7.300 millones de francos (7.600 millones de euros), pero el precio ofrecido por las autoridades y aceptado por UBS fue menos de la mitad.
En casos de fusiones, señalan fuentes de la asociación, los accionistas deberían recibir el valor bursátil como compensación e incluso una prima añadida.