Turquía amenaza sin sabor a la fruta del 'deportista' en España
El país otomano supone la principal preocupación de los agricultores de higo y breva españoles.
Los competidores internacionales continúan 'sometiendo' a los agricultores españoles y amenazando algunos de los productos estrellas que se cultivan en nuestro país. En esta ocasión hablamos de los higos y las brevas, dos frutas muy consumidas en nuestro país y que, a diferencia de otras, es una de las más recurrentes por los deportistas, debido a su gran aporte energético.
Según publica el portal especializado en materia agrícola freshplaza.com, en Extremadura, región por excelencia donde se cultiva más de la mitad de la producción de higos de España -el pasado año se cultivó allí el 55,5% del total del país-, la campaña para este curso se presenta aún mejor.
De hecho, en el caso de las brevas ha sido "histórica" según apunta Francisco Balas, de Higos Fiki. "Venimos de un año, el 2022, en el que el calor que hizo a principios de verano provocó que los árboles estuvieran ya otoñados en el mes de junio", algo que beneficia a la cosecha de la breva, ya que "crece en la madera del año anterior", apunta.
Asusta un viejo conocido: Turquía
Aunque todo hace indicar -y más tras las lluvias de mayo- que la campaña apunta a ser prometedora "y con buenos volúmenes", la presencia de un invitado que ya no es sorpresa, como Turquía, preocupa a los agricultores nacionales.
Según indica Balas, actualmente el precio del kilo de higo a nivel nacional está en torno a los 2-3€, mientras que en Francia, Holanda y Bélgica se encuentran en 4 o 5, con excepciones puntuales marcadas por la complejidad logística del cultivo del higo.
Los pronósticos son buenos y desde Higo Fiki aseguran que la demanda "está siendo buena" aunque "algo desestructurada", debido a que el higo fresco es un producto muy atractivo y novedoso para los mercados internacionales.
El problema se encuentra en la intromisión del país otomano. Y es que, según se recoge en el artículo citado, poco puede hacer España para competir con los precios de los higos turcos a partir de la temporada de septiembre. Esto se debe a que el coste de producción a partir del noveno mes del año en este país es muy inferior al requerido en España.
Pese a ello, desde Higo Fiki aseguran que en cuanto a calidad del producto no hay discusión: el higo español es mucho mejor, debido a su dulzura y sabor, con respecto al de otros países. En la escala de grados Brix, la que mide la dulzura de los productos, el higo español se sitúa en los 21 grados, cuando a partir de 14 -los que tiene la cereza- se considera que el fruto es realmente dulce, lo que supone una seña de identidad y calidad que se encuentra fuera de todo alcance por parte del resto de competidores.