Trump amenaza con aranceles del 200% al vino y alcohol de la UE si no retira los del whisky
EEUU responde al contraataque anunciado ayer por Bruselas, que anticipó sus propias tarifas comerciales por valor de 26.000 millones de euros. España se juega cerca de 400 millones.

Nuevo tira y afloja en la guerra comercial iniciada por la Administración Trump contra la práctica totalidad de la comunidad internacional. Este jueves, el presidente estadounidense ha reaccionado con contundencia al anuncio de ayer formulado por la presidenta de la Comisión Europea, una Ursula von der Leyen que concretaba que la reacción a los aranceles de EEUU se traducía en aranceles comunitarios por valor de 26.000 millones de euros.
La Casa Blanca ha puesto sobre la mesa la amenaza de imponer una tasa del 200% en aranceles al vino, champagne y otras bebidas alcohólicas de la UE, si Bruselas no retira uno de los aranceles en materia de sector agroalimentario que más han dolido al otro lado del charco. Los aranceles al whisky, donde conocidas marcas de bourbon tienen gran acogida en Europa. Lo ha ejemplificado en Francia -entroncando con la serie de choques con el mandatario Emmanuel Macron-, pero ha concretado que también afectaría a "otros países con representación en la UE".
Trump, ya en esa misma jornada, adelantaba que habría respuesta, de una forma similar a la que ha reaccionado a los contraataques de otros países a sus nuevas tarifas comerciales. Amenazó con aranceles recíprocos, pero deslizó que habría casos en los que podrían ser superiores. Justo después de que le hubieran preguntado por la Unión Europea.
Trump: "Esto beneficiará enormemente al sector del vino y el champán en EEUU"
"La Unión Europea, una de las autoridades fiscales y arancelarias más hostiles y abusivas del mundo, que se creó con el único propósito de aprovecharse de Estados Unidos, acaba de imponer un desagradable arancel del 50% al whisky", ha anunciado Trump, como es habitual, en su propia red, Truth Social.
"Si este arancel no se elimina de inmediato, EEUU impondrá próximamente un arancel del 200% a todos los vinos, champán y productos alcohólicos procedentes de Francia y otros países con representación en la UE. Esto beneficiará enormemente al sector del vino y el champán en EEUU -contradictoriamente, la demócrata California y los viñedos de Napa serían grandes beneficiados-.
¿Beneficiará al sector estadounidense? Con toda probabilidad, si es capaz de asumir el volumen que dejaría una hipotética salida del alcohol europeo, al ser prácticamente una locura intentar colocarlo en el mercado estadounidense con tal sobrecoste para las firmas estadounidenses importadoras y las distribuidoras. Pero hay otra incógnita. ¿Qué puede suponer ya no solo para la UE o Francia, sino para nuestro país, reconocido productor de vino y bebidas espirituosas?
Según datos del Informe de Importaciones de vino en Estados Unidos, elaborado por la Interprofesional del Vino de España durante 2024 y difundido el pasado 10 de febrero, España es el cuarto país proveedor en valor de vino al país de Trump, con 391,4 millones de dólares en ventas en el pasado año. Si nos fijamos en el volumen, cae hasta la séptima posición, con 67,3 millones de litros exportados. Si se compara con el año anterior, la cifra representa 4,5 millones más de litros de vino, y un gasto adicional de 27 millones de dólares.
Aranceles destinados a "golpear donde más duele"
Aunque ya se anticipaba que la guerra comercial iba a llegar al terreno del campo y alimentos, lo cierto es que esta amenaza es particularmente especial. Nada más estallar la tensión al imponer aranceles a su vecino Canadá, comenzaron a circular numerosas imágenes de establecimientos retirando icónicas marcas como Jack Daniel's.
Pero, en el fondo subyacen aún más claves. Bruselas explicó que se tomó tiempo para su respuesta arancelaria con dos premisas. Golpear en productos que gravarlos no supongan un arma de doble filo para los Veintisiete. ¿Qué quiere decir esto? Que se imponen aranceles a productos que están disponibles en algún país de la UE o que hay posibilidades de conseguir de otros mercados, como el latinoamericano o el asiático.
Más allá de eso. Von der Leyen no ocultó que la estrategia pasaba también por "golpear donde más duele". Esto se traduce en aranceles a productos de marcas históricas e icónicas, como las motos Harley Davidson. Hay más, Bruselas también ha entendido esta guerra comercial con las peculiaridades y diferencias políticas que existen en EEUU. Se van a atacar a productos de estados republicanos con especial ahínco: Luisiana o Míchigan, por ejemplo.